8 de Junio «DIA MUNDIAL DE LOS OCEANOS»

La Conferencia de Medio Ambiente y Desarrollo de las Naciones Unidas, llevada a cabo en 1992 en Río de Janeiro, determinó que cada 8 de junio se celebre oficialmente el Día Mundial de los Océanos, para concientizar acerca de su condición de fuente de vida y subsistencia de una infinidad de seres vivos.

En 1992 se propuso, por primera vez, la idea de celebrar un día que revindicará el papel crucial que tienen los océanos en nuestro planeta. Fue en 2008, cuando la Asamblea de las Naciones Unidas designó el 8 de junio como el Día Mundial de los Océanos.

Para definirlo con exactitud, un 70% del planeta está cubierto por el océano; siendo éste el principal sustento de la humanidad y todos los organismos de la Tierra. En los océanos se alberga la mayor parte de la biodiversidad, que a su vez constituye la fuente más importante de proteínas para mil millones de personas en todos los continentes.

Este año comenzamos el Decenio de las Naciones de Ciencias de las Ciencias Océanicas para el Desarrollo Sostenible de 2021 a 2030. Este periodo brindará una oportunidad única para fortalecer la cooperación internacional necesaria para desarrollar la investigación científica y las tecnologías innovadoras que pueden conectar la ciencia de los océanos con las necesidades de la sociedad.

La ciencia debe realizar una contribución fundamental para el cambio de mentalidad. Algo que solo será posible a través de la educación.

«Las políticas no se hacen sin autorización social. Y si queremos hacerlas basadas en un mejor conocimiento científico, tenemos que tener una sociedad ilustrada, educada», comenta Serrão Santos, Ministro del Mar de Naciones Unidas.

Los océanos son los pulmones azules del planeta ya que producen cerca del 50% del oxígeno y son capaces de absorber casi el 30% de dióxido de carbono ayudándonos a mitigar los efectos del calentamiento global.

Con un lema propuesto cada año que llame a la reflexión, en este 2021 fue elegido “El océano: vida y medio de subsistencia”.

De los cinco océanos de la Tierra, el Pacífico, el Atlántico, el Índico, el Antártico y el Ártico, el ser humano atenta contra todos ellos y sus poblaciones acuáticas con su actividad industrial, civil y cotidiana.

Un 50% de los arrecifes de coral se encuentra destruido. Un 90% de los ecosistemas de peces grandes está mermado. La magnitud de la destrucción es mucho mayor a lo que el océano puede regenerar. El desenlace de esta tendencia es tan claro como catastrófico. Arrojar residuos en los océanos tiene severas consecuencias. La relación de la humanidad con el ecosistema acuático es mucho más íntima y profunda de lo que se cree y, por tal motivo, el Día Mundial de los Océanos propone una comprometida campaña de concientización.

Los océanos son un componente esencial fuertemente afectado por el actual calentamiento global de origen antropogénico.

Luz de Alarma:

El océano absorbe alrededor del 23% de las emisiones anuales de CO2 antropogénico a la atmósfera y actúa como amortiguador contra el cambio climático. Sin embargo, el CO2 reacciona con el agua de mar, reduciendo su pH y provocando la acidificación del océano. Esto a su vez reduce su capacidad para absorber CO2 de la atmósfera. La acidificación y desoxigenación de los océanos lleva finalmente a una afectación de los ecosistemas, la vida marina y la pesca.

El océano también absorbe más del 90% del exceso de calor de las actividades humanas. En 2019 se registró el contenido de calor oceánico más alto registrado, y esta tendencia probablemente continuó en 2020. La tasa de calentamiento de los océanos durante la última década fue más alta que el promedio a largo plazo, lo que indica una absorción continua de calor atrapado por los gases de efecto invernadero. Se estima que más del 80% del área oceánica experimentó al menos una ola de calor marina en 2020.

El nivel medio global del mar ha aumentado a lo largo del registro del altímetro satelital (desde 1993). Recientemente, ha aumentado a un ritmo mayor en parte debido al mayor derretimiento de las capas de hielo en Groenlandia y la Antártida.

El hielo marino se está derritiendo, con profundas repercusiones para el resto del mundo, a través del cambio en patrones climáticos y el aumento acelerado del nivel del mar. En 2020, el mínimo anual de hielo marino en el Ártico estuvo entre los más bajos registrados, exponiendo a las comunidades polares a inundaciones costeras anormales y a partes interesadas, como el transporte marítimo y la pesca, a los peligros del hielo marino.

Se estima que las temperaturas cálidas del océano ayudaron a impulsar una temporada récord de huracanes en el Atlántico en 2020 y contribuyan a otra temporada activa en este 2021.

Dado que aproximadamente el 40% de la población mundial vive a menos de 100 km de la costa, existe una necesidad imperiosa de proteger a las comunidades de los peligros costeros, como olas, marejadas ciclónicas, oleaje y aumento del nivel del mar, mediante sistemas mejorados de alerta temprana multirriesgos, y pronósticos basados en impacto.

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