Aclarado el origen de los agujeros del casco del Estonia 27 años después de su naufragio

Una investigación de la Autoridad Sueca de Investigación de Accidentes junto a la Universidad de Estocolmo, da nuevas pistas sobre una de las mayores tragedias marítimas de Europa.

El hundimiento del transbordador M/S Estonia en 1994 pudo haber sido consecuencia de que las rocas del fondo marino abrieran agujeros hasta ahora desconocidos en el casco del barco.

«Yo diría que, basándome en el informe de la Universidad de Estocolmo, hay una alta probabilidad, al menos, de que los daños en el lado de estribor del barco se hayan producido por contacto con el fondo marino», ha explicado Jonas Bäckstrand, director general adjunto de la Autoridad Sueca de Investigación de Accidentes.

Las conclusiones contribuirán a disipar las teorías conspirativas sobre el destino del buque.

En Septiembre del año pasado un robot submarino enviado al ‘Estonia’ grabó un agujero de cuatro metros en el casco del navío. Según los expertos que aparecen en la serie documental, tal brecha sólo puede hacerse “con una fuerza masiva desde el exterior”.

El Gobierno de Suecia se negó a que el buque fuera reflotado, prohibió cualquier tipo de exploración del barco. Con Finlandia y Estonia decidieron que la nave era una sepultura inviolable y que nada más se investigaría.

Estocolmo se negó a la petición de muchos familiares de enviar buzos o un mini-submarino para tomar imágenes e hizo que acercarse al buque fuera delito.

Pero un robot-submarino con cámara terminó por llegar al buque enviado por dos documentalistas suecos, que ahora se enfrentan a un proceso judicial que podría llevarlos a la cárcel durante dos años. Su investigación, difundida ya en forma de serie documental de televisión de cinco capítulos, puede acabar con la teoría del hundimiento por accidente.

Con este descubrimiento ahora, 27 años después se avanza sobre un choque con el fondo marino rocoso lo que podría haber sido el motivo de semejante orificio.

El hundimiento del transbordador M/S Estonia, fue una de las catástrofes marítimas más letales de Europa en tiempos de paz. 852 personas a bordo del Estonia murieron cuando el transbordador falló en medio de un fuerte oleaje en su ruta de Tallin a Estocolmo.

El informe oficial de 1997 concluyó que el barco se hundió cuando las cerraduras de las puertas de proa fallaron en una tormenta abriendo la cubierta de vehículos, que causó una gran inundación. Sólo 137 personas sobrevivieron.

Algunas especulaciones sobre las causas del hundimiento contemplaban una colisión con un submarino o una explosión en el interior del barco.

El Estonia sigue a 85 metros de profundidad guardando hasta ahora el secreto de su naufragio.

Fuente: Euronews

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