El gobierno nacional convocó a reunión virtual urgente a todos los gremios marítimo y fluviales. Las promesas de los funcionarios no alcanzaron ni conformaron a los dirigentes. Se espera la profundización de las medidas.
Secretario General de Capitanes de Ultramar
Cuando pasaron las primeras 24 horas de las 48 pautadas por los gremios para el cese total de actividades del personal embarcado de la Marina Mercante, ante la falta de respuestas que el Estado a los reclamos para que los marinos sean trabajadores estratégicos, desde las carteras de Trabajo, Transportes, Salud y Seguridad se convocó a una reunión de urgencia para intentar destrabar la medida de fuerza.
La expectativa gremial estaba centrada en el ofrecimiento de alguna solución que pueda acelerar el esquema de vacunación.
La apertura de la reunión estuvo a cargo del Secretario de Trabajo Marcelo Bellotti, quien inmediatamente fue seguido por el dirigente Marcos Castro (Sec. Gral. de Capitanes de Ultramar) quien, aclaró que desde su entidad gremial se «entendía perfectamente que no existen en este momento vacunas disponibles y que si bien no pretenden privilegios especiales, el Gobierno tendría que entender que esperarán todo lo que sea necesario pero en sus casas”.
Luego de una serie de intervenciones gremiales más o menos coincidentes con el planteo del capitán de ultramar, otros dirigentes complementaron lo dicho por Castro haciendo mención a la «precaria atención que reciben en los puertos en los que recalan ante contagios masivos de COVID-19, el mal trato que reciben y la inhumana negación de alojamiento terrestre que muchas localidades portuarias adoptan como medida profiláctica cuando desde un buque en emergencia se solicita ayuda«.
La intervención del representante de la ministra Carla Vizzotti, Juan M Castelli, pareció hacer cerrar filas entre los dirigentes más rígidos y los más conciliadores. El Secretario de Estrategias Sanitarias detalló sobre los planes de vacunación en marcha, resalto el procedimiento en las próximas etapas de inoculación para menores de 60 años con comorbilidades y manifestó que “en 6 u 8 semanas estaremos en condiciones de reunirnos con ustedes y volver a evaluar la situación”.
Al termino de su alegato, Raúl Durdos Sec. Gral. del SOMU, expresó: “Le agradezco al Sr. funcionario de Salud sus palabras, me queda claro que nada sabe de nuestra actividad y lo que me dice no me sirve, no puedo expresarle a mis bases que en 6 y 8 semanas volveremos a evaluar algo cuyo tratamiento no merece demoras”
Llegado el punto en el que ninguno de los participantes aportó alguna propuesta de acercamiento y ante el silencio de los representantes de Transporte y Seguridad, el Secretario de Trabajo Marcelo Bellotti, apresuró el fin de la reunión convocando a los participantes a constituir una “Mesa de Seguimiento”. Si bien la respuesta fue satisfactoria, los gremios dejaron en claro que esperaran el llamado del Gobierno con la marinería en tierra firme (léase continuaban de paro).
No participaron de la reunión los empresarios del sector naviero y pesquero. Pero informados de los sucedido en el encuentro manifestaron “La insensibilidad y falta de visión de los funcionarios presentes es absoluta. Cada día de paro en este negocio equivale a millones de dólares de pérdida y lucro cesante. Los empresarios le ofrecimos al Gobierno comprar las vacunas a nuestro costo y entregarlas a las autoridades sanitarias para su aplicación, la respuesta fue ‘vamos a pensarlo, en todo caso armemos una mesa de diálogo’”, dijeron.
Expresión por demás demagógica, teniendo en cuenta que es sabido que las vacunas del Covid 19, no se venden a privados, sino que los laboratorios solo venden a los estados. No entendieron o no quieren entender, que no es un problema de costos. Es un problema de «salud pública».
Tienen protocolos que cumplir para evitar los contagios a bordo de los buques. El ministerio de Trabajo junto a la cartera de Salud, deberían chequear que esos protocolos se cumplan y no dejarlos en manos de las empresas o de otras jurisdicciones.
Por otro lado se supo que la Federación de Empresas de Navegación (FENA) solicitaron al ministerio de Trabajo el dictado de la conciliación obligatoria a efectos de neutralizar la medida, la respuesta fu negativa “El paro no es por un reclamo salarial sino por falta de vacunas y nadie puede prometer que en algún momento cercano las tendrán disponibles”, señaló el viceministro de Trabajo poniendo un poco de claridad a tanta ignorancia manifiesta.
Mañana comienza el paro de la FEMPINRA y del SUPA Nacional y se epera que los gremios marítimos den continuidad a su medida, por lo que «no entrarán ni saldrán buques nacionales o extranjeros, no se moverán cargas de exportación ni arribarán las importaciones, no se cargarán buques cerealeros, no se pescará ni se descargaran los pesqueros que regresen a puerto con sus bodegas llenas, no habrá servicio de remolque, ni de practicaje ni nada que tenga al mar o a los ríos como escenario» adelantaron.
En este contexto, no se observan visos de solución toda ves que ante la incertidumbre de disponer de vacunas suficientes se hace casi imposible tomar alguna medida para retomar la normalidad.
Quedó muy atrás en el tiempo, el caso del Mishima Marú N° 8, que fue el factor desencadenante del conflicto. La gota que colmó el vaso de los gremios pesqueros a los que se les sumaron el resto de las organizaciones gremiales de la actividad marítima, fluvial y portuaria.