El desafío geopolítico de Argentina se basa en las relaciones comerciales con China e India. En el caso Chino avanzan las negociaciones para incorporarse a la Ruta de la Seda.
La Ruta de la Seda fue un conjunto de redes de comercio que comunicaban Asia y Europa. Aunque esa denominación no apareció hasta el siglo XIX, estas rutas se iniciaron en el siglo I a. C. Su recorrido comenzaba en China y atravesaba todo el continente asiático hasta llegar a Europa.
El nombre de esta ruta proviene del producto con más prestigio con el que se comerciaba: la seda. También eran transportados para su venta distintas piedras preciosas y minerales, tejidos y otros productos muy apreciados en el continente europeo. Además, la Ruta de la Seda fue una vía por la que las culturas se comunicaron y las ideas de expandieron.
En la actualidad, el gobierno chino ha iniciado un ambicioso proyecto que pretende resucitar esta ruta comercial: la Nueva Ruta de la Seda. Para ello, se ha desarrollado un plan de construcción de infraestructuras a lo largo de Asia y Europa pero con alcance por todo el undo, en especial aquellos continentes y pasises que le proveen a china de alimentos, entre ellos Argentina.
Gioja y Taiana en un seminario del Partido Justicialista con el PC Chino. Anunciaron que La Argentina negocia la adhesión a la ruta de la seda con China.
A pedido del Presidente, Cristina Kirchner se hizo cargo de la gestión de algunas políticas que consideran estratégicas para el país. La relación con China ES UNA DE ELLAS. Estas gestiones dan un giro de 180 grados en materia geopolítica, ya que si bien las inició, en su segundo mandato Cristina, en el gobierno de Macri se pisaron por completo.
El regreso de una mayor presencia del gigante asiático en la política local se vieron, con la decisión de intensificar el swap de monedas con el China, que convertiría a la mayoría de reservas del país en yuanes. Esta determinación generó tensiones con la administración de Donal Trump.
Ahora Argentina gestiona una movida mucho más irritante para los Estados Unidos, la adhesión del país a los acuerdos para la implementación de la Nueva Ruta de la Seda, un mega proyecto de infraestructura de China para conectarse con el resto del planeta.
«La incorporación de Argentina a la Ruta de la Seda abre un abanico de posibilidades de financiamiento para obras de infraestructura y para desarrollos de distintos tipos», destacó el comunicado.
En la última sesión del Senado, Taiana logró que se aprobara un convenio para crear un centro cultural de ese país en Argentina, presentado hace dos años y cajoneado desde entonces.
Ahora, El Gobierno se apresta a tratar en el Senado, la adhesión de la Argentina al Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura (el ABII). La entidad multilateral fue lanzada por Xi Jinping en 2013, y aunque Beijing no ha mostrado intenciones de desafiar a las grandes entidades financieras occidentales, se lo conoce como el «Banco Mundial» chino.
El Banco que tendra 44 miembros, contará con Argentina, Brasil Bolivia, Chile, Ecuador y Venezuela, por latinoamérica. (Algunos dudan que con los actuales Gobiernos Chile y Brasil terminen por incorporarse, dada la alta dependencia con el Gobierno de EE.UU.) para la Argentina, la solución de la Deuda Externa, le suelta las manos para poder tomar esta decisión soberana, es por eso el apuro que se le ve al Presidente Alberto Fernandez para terminar la negociación con el FMI.
Mauricio Macri había firmado la entrada del país al ABII en 2017, pero nunca se trató en el Congreso. Hace unos días, la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Senadores, aprobó por unanimidad el dictamen de adhesión. Y después de su tratamiento en el Senado irá a Diputados, donde no se esperan problemas. A partir de ahí, Argentina tendrá que hacer un primer aporte de 5 millones de dólares y se espera del Banco financiamiento inmediato de 300 millones para infraestructura, que exclusivamente le interesa a China en los países a los que destina el dinero, no obstante el monto menor, ya el gobierno Chino mostró interés por obras con inversiones de mas de veinte mil millones de dólares (Especialmente Industria alimenticia, Ferrocarriles y Puertos)