El Destructor ARA La Argentina realizó tareas de control del mar en la ZEEA

El destructor ARA “La Argentina”, días atrás, tomó amarras en la Base Naval Puerto Belgrano (BNPB). La unidad había zarpado el domingo 13 a fin de realizar tareas de vigilancia y control de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de jurisdicción nacional.

El destructor realizó una singladura en aguas del Atlántico Sur que implicó aproximadamente 2.500 millas náuticas. Los esfuerzos operativos se concentraron sobre la línea que delimita el borde exterior de la ZEE entre la altura de la BNPB y Rawson. Durante los 15 días de navegación se concretó el control efectivo de buques de tercera bandera, principalmente de China y Corea. El mismo se realizó mediante comunicaciones radiales y registro fotográfico. Así se corroboraron los permisos de pesca, datos técnicos y comerciales.

«La Argentina», al mando del Capitán de Fragata Carlos Alberto Recio, zarpó con una tripulación de 168 hombres y mujeres entre los que se encontraba personal perteneciente a la Agrupación Buzos Tácticos (APBT). Servicio de Salvamento de la Armada (SISA) y  del Grupo Aeronaval Embarcado (GAE). También embarcó un oficial de la Prefectura Naval Argentina y un inspector de Pesca del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca.

“Hemos logrado, durante la derrota en las aguas del Atlántico Sur, el funcionamiento a su máximo rendimiento del binomio operativo buque-aeronave. Por ello el balance es más que satisfactorio. Toda la tripulación logró complementarse en pos de cumplir con el control y vigilancia de los espacios marítimos nacionales y, además, nos propusimos ejercicios para continuar con el adiestramiento del personal”, explicó el Capitán de Fragata Recio.

Una vez situados en la zona de interés, a la altura de la ciudad de Comodoro Rivadavia, comenzaron las tareas de Vigilancia y Control. La aeronave AS 555SN Fennec,  perteneciente a la Primera Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros (EAH1) de la Base Aeronaval Comandante Espora, embarcada como parte orgánica de la unidad de superficie, colaboró en la identificación de distintas concentraciones de buques pesqueros, ampliando la capacidad de exploración de la unidad en la zona

“La razón de ser de la Escuadrilla es operar de forma orgánica para aumentar las capacidades del buque en distintas misiones, como pueden ser exploración, búsqueda, rescate y la salvaguarda de la vida en el mar”, explicó el Comandante de la EAH1, Capitán de Fragata Juan Fermín Spadaccioli.
La aeronave busca, encuentra e informa. Para ello cuenta a bordo con radar, GPS, un sistema navegador que permite mantener actualizada la posición del helicóptero, y si es requerido –como lo fue en esta oportunidad– dispositivos de registro fotográfico. Para operar los equipos, la tripulación mínima está conformada por un piloto, un copiloto y un tripulante de vuelo.

“Lo que se hace desde la aeronave es transmitir información para que el comando del buque decida cuál es la situación legal y cómo se procederá. Nosotros enviamos datos fehacientes de cuál es la posición del buque, pero no determinamos si es infractor o no; podemos decir si está navegando dentro o fuera de la Zona Económica Exclusiva y apreciar la actividad que está realizando”, describió el Capitán de Fragata Spadaccioli.
Actividades de adiestramiento

Las operaciones iniciaron con ejercicios que pusieron en práctica distintos roles, como los de control de averías, combate, lucha contra incendios, abandono, manejo de señales humógenas y protocolo de visita registro y captura (VRC). Además se llevaron adelante maniobras con embarcaciones menores MK5 y MK6, de navegación en aguas restringidas y comunicaciones. Por tratarse de un destructor clase MEKO 360, también se efectuó tiro efectivo con cañones 40 mm, 127 mm.

Por su parte, la aeronave pudo llevar adelante actividades de adiestramiento que incluyeron ejercitaciones de armas, logísticas y de exploración. Entre ellos puede mencionarse búsqueda y rescate con los nadadores de la unidad, PAYD (práctica de anavizaje y despegue) y práctica de tiro con ametralladora lateral MAG.

En este marco, se llevó a cabo un ejercicio de búsqueda y salvamento que involucró los sistemas completos de la unidad. Se simuló un náufrago el cual fue rescatado por uno de los nadadores de rescate del SISA, posterior a su salto desde la aeronave. Ambos fueron recuperados por el helicóptero para ser transportados al buque, donde se activó el protocolo sanitario correspondiente.

Dentro de la misma actividad, se realizó el sembrado e izado de los buzos tácticos, poniendo en interacción el funcionamiento orgánico de aeronave-buque-embarcaciones menores. También se utilizaron señales humosas para poner a prueba la identificación de puntos tanto desde la unidad de superficie como desde la aérea.

La dotación de VRC se mantuvo a la orden a fin de cumplir con las misiones asignadas por el Comando. Para llegar a estas instancias y articular el trabajo entre buzos tácticos y dotación de la unidad, el personal trabajó técnicas de aproximación con botes a un buque de interés; seguridad y desplazamiento a bordo; manejo de armamento liviano con tiro efectivo; combate cuerpo a cuerpo; e interacción con tripulaciones cooperativas y no cooperativas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *