La finalidad de estas reuniones fue evaluar la posibilidad y los mecanismos para que el sector pesquero pueda involucrarse en las acciones y objetivos que forman el PAN.
Durante los días 5 y 6 de octubre, el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) fue sede de un encuentro del Plan de Acción Nacional para la Conservación y el Manejo de Condrictios (tiburones, rayas y quimeras). El evento fue coordinado por la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable y tuvo por objetivo evaluar la posibilidad y mecanismos para que el sector pesquero pueda involucrarse en las acciones y objetivos que forman el PAN.
Participaron diversos representantes de las cámaras y asociaciones de pesca industrial y artesanal.
Se realizaron presentaciones referidas a la importancia del PAN-Tiburón, cómo fue el proceso seguido desde la publicación en el año 2009 y sus principales objetivos y acciones.
El Programa Pesquerías de Condrictios del INIDEP también brindó charlas respecto del estado y las evaluaciones del estado poblacional de las principales especies de tiburones y rayas.
Se abrieron espacios de debate en los cuales se recibieron inquietudes y propuestas referidas al estado de los recursos, las medidas de manejo y las acciones en las cuales el sector podría participar activamente. Los alentadores resultados de estas reuniones serán presentados durante el plenario del PAN que se realizará durante el mes de octubre.
Los condrictios presentan un mosaico de caracteres evolucionados y primitivos. Entre los rasgos primitivos destaca su anatomía básica. Entre los rasgos evolucionados destacan dos: la suspensión y estructura de las aletas y la estructura y composición de las mandíbulas y dentición. Esto último en diferentes especies aparece con formas más evolucionadas o más primitivas. Otro rasgo muy avanzado es su sistema inmunitario. Desde el mesozoico las especializaciones de los tiburones van quedando claras, colocándolos en la cúspide de las redes tróficas marinas. Hay en este grupo una característica tendencia al gigantismo, como medida para evitar la depredación. El tiburón típico tiene una longitud de dos metros, y una raya típica de un metro. Estas proporciones resultan muy grandes para el estándar de los vertebrados.