El País Vasco apuesta a la construcción naval como parte importante para salir de la crisis generada por la pandemia

Para ello apuesta a la construcción de pesquero con alta tecnología y para actividades específicas.

El astillero español Zamakona anunció que se había adjudicado un segundo barco de «transporte de pescado vivo» para el armador noruego Intership. Aunque el primero lo firmó en agosto ya suma cinco en cartera.

Las otras dos compañías del sector –Murueta y Balenciaga– también están en racha. En total, el trío que quedó con la construcción naval tras la desaparición de La Naval, ha logrado siete nuevos barcos en el año de la pandemia –dos más que el ejercicio anterior–, con lo que eleva a 16 los encargos acumulados.

«Eso supone carga de trabajo hasta bien entrado 2023, además de un reconocimiento a su alta competitividad en un mercado muy exigente», señala Javier López de Lacalle, director gerente del Foro Marítimo Vasco.

La clave de este comportamiento está en la especialización en buques de muy alta tecnología, adaptados a las necesidades de sus clientes, entre los que predominan los armadores nórdicos.

Por ejemplo, barcos preparados para transportar pescado vivo en condiciones óptimas y también para realizar todo su procesamiento: descabezarlo, quitarle las vísceras y la espina y dejarlo empaquetado en lomos, todo listo para desembarcar.

El nuevo barco que se ha adjudicado Zamakona refleja muy bien el mercado en el que se han hecho un hueco los astilleros vascos.

Con 76,6 metros de eslora y 17 metros de manga, el buque transportará pescado vivo con sistemas innovadores para su manipulación y tratamiento biológico. La propulsión será híbrida y contará con mecanismos para generar agua dulce a bordo.

El contrato se negoció en diciembre y por eso se puede incluir en el balance de 2020, pero se ha cerrado ahora, tras obtener financiación y avales de Bankinter y garantías de Pymar.

Astillero Zamakona Bilbao

La asociación que aglutina a los pequeños y medianos astilleros cuenta con un instrumento financiero para este fin. Se trata del Fondo de Garantías Navales, en el que participan el Ministerio de Industria, el Gobierno Vasco y la Xunta de Galicia.

Zamakona, con sede en Santurtzi (País Vasco), ha conseguido estos dos contratos con Intership y tiene cinco en cartera, pero además está muy cerca de cerrar otros dos.

Por su parte, Murueta se adjudicó en noviembre un cuarto barco congelador con el armador groenlandés Qaleralik. y acumula cinco encargos.

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