Tras el hundimiento del Golfo Azul en enero de este año, salió a la luz un pedido del Sindicato Obreros Marítimos Unidos (SOMU) de San Antonio Oeste para el recambio de la flota pesquera con casco de madera que tenia casi tres años.
La necesidad de renovar la flota pesquera que opera en el muelle de San Antonio Oeste, que está compuesta por 37 embarcaciones de las cuales 6 son de madera, parece no importarle a las autoridades de Río Negro.
El pedido sindical ya tenía varios años (casi tres) pero parecía que solo le importaba a los trabajadores marítimos. Ahora bien volvió a tomar relevancia cuando se hundió uno de ellos (el ‘Golfo Azul’), y sus 8 tripulantes sobrevivieron de milagro. «Ocurre que el material es demasiado permeable, y puede desencadenar contratiempos que precipiten un siniestro en Altamar» reconoce una autoridad marítima.
A pocos días del siniestro de enero, los funcionarios y hasta la propia gobernadora salieron a deslindar responsabilidades, en las empresas, los propietarios, la prefectura, en cualquiera que pasara por el puerto rionegrino, pero nadie se hacía cargo.
En una entrevista realizada por Vanesa Miyar para rionegro.com, dirigentes del SOMU reconocieron que pasado seis meses del último hundimiento nada se ha hecho al respecto, «sólo se consiguió el compromiso de la gobernadora Arabela Carreras de no admitir la incorporación de nuevos barcos de esas características».
No obstante hay 6 embarcaciones que siguen funcionando con el riesgo que eso significa. La mayoría de estas embarcaciones fueron adquiridos a armadores marplatenses que modernizaron sus barcos y les retiraron los permisos de pesca.
Como la Provincia de Río Negro es la única en el litoral atlántico, que le otorga los permisos a las empresas y no a los buques, estos fueron reutilizados a pesar de haber cumplido si siclo de vida útil.
“Es una decisión política. Cuando ocurrió la última tragedia hacía 3 años que reclamábamos por esto. Tras el episodio tuvimos reuniones, pero el asunto va muy lento. Ni siquiera se conformó la comisión de pesca en la Legislatura, que es la que debería tratar estos temas. Y el pedido quedó sujeto a todos los cambios que están en estudio, para crear una nueva ley de pesca” le manifestó Patricio Calfuquir, uno de los referentes del SOMU a nivel local a rionegro.com.
“Es lamentable, pero no depende de nosotros apurar las cosas. Aunque seguimos insistiendo en el riesgo que implica tener operando naves como ésas” destacó Calfuquir.
“Obviamente que el Estado deberá acompañar en el caso de que los que deban hacer cambios no cuenten con la posibilidad. Pero es algo que habrá que definir, y todavía no hay novedades” cerró el gremialista.
En ningún momento se le ocurrió a la gobernadora Arabela Carreras iniciar alguna conversación con el Ministro Kulfas o Basterra para lograr la reconversión de esa flota.
Buscar créditos para modernizarla a través créditos o subsidios del estado como sí lo hicieron Chubut o Buenos Aires.
¿Cuánto le interesa la pesca a Río Negro? o lo que es peor cabría preguntarse ¿Cuánto le interesa la vida de esos casi 50 trabajadores a los funcionarios y legisladores?