La discrepancia de criterios entre sector, ciencia y administración pesquera, impulsa la innovación en la gestión

La discrepancia, la diferencia de criterios entre sector, ciencia y administración, es un motor de innovación a la hora de establecer regulaciones en el ámbito pesquero.

Así se desprende de las conclusiones de una investigación que han llevado a cabo investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela y el IEO. 

Los científicos, tras entrevistar a 24 armardores y capitanes de barco de la flota pesquera de arrastre gallega en Marín, Bueu y Ribeira, con la intención de profundizar en su postura en torno a la obligación de desembarque, abordan cómo se aplica a la pesca la teoría evolutiva de la innovación. 

En particular el concepto de proximidad y el enfoque de la percepción para establecer un marco teórico capaz de explicar no solo porqué los diferentes tipos de conocimiento difieren, sino también porqué deberían diferir y porqué esta divergencia es útil a la hora de desarrollar la ordenación pesquera.

Las entrevistas se llevaron a cabo en dos fases, la primera en 2015 y la segunda en 2017, con la intención de conocer la evolución en el punto de vista de las personas entrevistadas y sirvieron para poner de manifiesto la disparidad entre las características del conocimiento de productores, pescadores y de otras partes interesadas, como políticos y científicos.

“Teniendo esto en cuenta, los estudios de percepción son el primer paso para formalizar el conocimiento tácito e iniciar el diálogo mientras se potencian los procesos de aprendizaje entre pescadores, científicos y legisladores”, explica el primer firmante del artículo y científico de la USC, Gonzalo Rodríguez-Rodríguez. Los estudios de percepción también pueden, tal y como constata la investigación, abrir el camino para reducir la distancia cognitiva entre estos tres tipos de actores y permiten el desarrollo colaborativo del conocimiento, proporcionando soluciones prácticas basadas en las experiencias de los usuarios.

CONOCER LAS IMPLICACIONES DE LAS DECISIONES

“Los responsables de formular políticas pesqueras necesitan recibir la información más completa posible para minimizar los riesgos de sus decisiones en un escenario de incertidumbre”, explica Rodríguez. “En pesca, además, la toma de decisiones no debe ser un proceso lineal que vaya desde el laboratorio a la formulación de una ley, sino que debe considerar diferentes perspectivas, expectativas, obligaciones y necesidades de los actores involucrados en cada proceso”, añade.

Por eso, la toma de decisiones debe apoyarse tanto en la consideración de la evidencia científica disponible como del contexto en el que va a ser aplicada, pero también en la información procedente de la percepción de los pescadores. Con todo, la formulación de políticas tiende a primar el conocimiento formalizado sobre el contextualizado.

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