Los contenedores perdidos por la borda alcanzan su mayor aumento en siete años

Ya contabilizan mas de 3.000 unidades que cayeron al mar en 2020, y van más de 1.000 en lo que va de 2021, cifra que despierta alarmas en las compañías de seguro marítimo.

Los contenedores apilados en los buques están volcando y cayendo por la borda a un ritmo alarmante, enviando millones de dólares de carga al fondo del océano, ya que la presión para acelerar las entregas aumenta el riesgo de errores de seguridad. De acuerdo con un reporte de Bloomberg el transporte marítimo está experimentando el mayor aumento de contenedores perdidos en siete años. Más de 3.000 unidades cayeron al mar en 2020, y más de 1.000 ya han caído por la borda en lo que va de 2021. Los accidentes cortan las cadenas de suministro de cientos de minoristas y fabricantes estadounidenses, como Amazon y Tesla.

Hay una gran cantidad de razones para el repentino aumento de los accidentes. El clima es cada vez más impredecible, mientras que los buques son cada vez más grandes, lo que permite que los contenedores se apilen más alto que nunca. Pero lo que agrava la situación es el aumento del e-commerce tras la explosión de la demanda de los consumidores durante la pandemia, lo que aumenta la urgencia de las líneas navieras por entregar los productos lo antes posible.

«El aumento del movimiento de contenedores significa que estos grandes buques portacontenedores están mucho más cerca de su capacidad total que en el pasado», dijo Clive Reed, de Reed Marine Maritime Casualty Management Consultancy. «Existe una presión comercial sobre los buques para que lleguen a tiempo y, en consecuencia, realicen más viajes».

En 2020 vientos huracanados y grandes olas azotaran al «ONE APUS», de 364 metros de eslora, provocando la pérdida de más de 1.800 contenedores. El incidente fue el peor desde 2013, cuando el «MOL Comfort» se partió en dos y se hundió con toda su carga de 4.293 contenedores en el océano Índico.

En enero, el «Maersk Essen» perdió unos 750 contenedores, mientras navegaba de Xiamen (China) a Los Ángeles. Un mes más tarde, 260 contenedores se desprendieron del «Maersk Eindhoven» cuando perdió potencia en medio de una mar gruesa.

La necesidad de velocidad está creando peligros van desde que los estibadores aseguren incorrectamente unos contenedores encima de otros hasta que los capitanes para ahorrar combustible y tiempo deban enfrentarse a tormentas ante la presión de los fletadores. De esta manera, las posibilidades de que se produzcan percances aumentan a medida que los agotados marinos se enfrentan a un deterioro de las condiciones durante la pandemia. Allianz Global Corporate & Specialty estima que el error humano contribuye a al menos tres cuartas partes de los accidentes y muertes del sector marítimo.

Casi todos los incidentes recientes se han producido en el Océano Pacífico, una región en la que se cruzan el tráfico más intenso y el peor clima. La ruta marítima que conecta las economías de Asia con los consumidores de América del Norte fue la más lucrativa para las líneas navieras en 2020, con exportaciones chinas que se han disparado a medida que la pandemia alimenta la demanda de todo lo que la gente necesita para trabajar, aprender y entretenerse desde casa.

Con 226 millones de contenedores enviadas cada año, la pérdida de 1.000 o más puede parecer una gota en el océano. «Es un porcentaje muy pequeño de pérdidas», dijo Jacob Damgaard, director asociado de prevención de pérdidas de Britannia P&I en una conferencia en Singapur el 23 de abril. «Pero es casi el 60% del valor monetario de todos los incidentes con contenedores».

A una media de US$50.000/contenedor, se calcula que el «One Apus» perdió US$90 millones sólo en carga, la más alta de la historia reciente, según Jai Sharma, socio del bufete de abogados marítimos Clyde & Co. de Londres. Las pérdidas en lo que va de año se estiman en US$54,5 millones, según datos de Bloomberg.

Hasta ahora, ninguno de los recientes accidentes que involucran a contenedores se ha atribuido directamente a fallos de seguridad. La Organización Marítima Internacional (OMI) dijo que todavía está esperando los resultados de las investigaciones sobre los últimos incidentes, y advirtió que no se debe sacar ninguna conclusión antes de eso.

Este Buque perdió 270 contenedores

Más pesadas que las anteriores

Con las cajas apiladas a mayor altura, un buque puede volverse más inestable en caso de tormenta: una ola tras otra puede hacer que el buque se balancee en ángulos pronunciados, lo que supone un esfuerzo para asegurar los contenedores. La situación se agrava aún más si la pila está sobrecargada. Eso puede ocurrir cuando hay pesos incorrectos en los conocimientos de embarque de los contenedores, algo que muchos en el sector dicen que ocurre con demasiada frecuencia.

«No se puede ver el interior de los contenedores», dice Arnaldo B. Romero, un capitán que navegó de Japón a Sudamérica a finales del año pasado. «Así que cuando la carga es pesada y el oficial encargado de la planificación de la carga la pone en lo alto, durante el balanceo del buque, podemos dejar de tener el control».

El exceso de trabajo de las tripulaciones también aumenta los riesgos. La reducción de la mano de obra a bordo y el aumento del número de contenedores en cubierta hacen que sea cada vez más difícil para las tripulaciones comprobar cada barra y tornillo de forma eficaz, dijo Neil Wiggins, director gerente de Independent Vessel Operations Services.

También está en juego la salud y la seguridad de los marinos. El derrumbe de múltiples niveles de contenedores de 40 pies durante una furiosa tormenta es una de las experiencias más aterradoras para un capitán y su tripulación. El trastorno de estrés postraumático entre los miembros de la tripulación es común, según Philip Eastell, fundador de Container Shipping Supporting Seafarers.

Crece la preocupación

«El tránsito en los mares es diferente al de hace 10 años», dijo Rajesh Unni, fundador de Synergy Marine Group, que presta servicios a los armadores. «¿Cómo nos adaptamos como industria? Es conveniente culpar al capitán, pero tenemos que ver cómo debe cambiar la infraestructura portuaria, cómo transitan los barcos».

La OMI, responsable de la reglamentación del transporte marítimo, afirma que los países bajo cuyo pabellón navegan los buques son responsables de expedir los certificados de seguridad de los mismos, mientras que los puertos en los que hacen escala son responsables de garantizar el cumplimiento de las normas sobre la carga de contenedores.

La agencia dijo que su subcomité sobre el transporte de cargas examina habitualmente las cuestiones relacionadas con los contenedores, y ha programado su próxima reunión para septiembre.

Por MundoMarítimo

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