No se resuelve el conflicto y sigue el Paro de Remolcadores en todo el país

Dura posición de los gremios, ya no entran ni siquiera los buques que traigan insumos para combatir el coronavirus. La negociación paritaria que mantienen el Centro de Patrones, el de Jefes y Oficiales Maquinistas Navales, el Sindicato de Conductores Navales y el Sindicato Obreros Marítimos Unidos (SOMU) con la Cámara de Remolque (CAR) viene fracasando y mientras tanto el conflicto se extiende en el tiempo.

Cuando arrancó esta huelga, los gremios notificaron que los remolcadores de puerto solo asistirían la zarpada de los buques tanque que, habiendo finalizado sus operaciones de carga o descarga, debieran liberar las terminales por razones de seguridad. También se prestarían los servicios excepcionalmente a aquellos buques que, a pedido de las autoridades nacionales, necesitaran ingresar a puerto para el abastecimiento de insumos requeridos en la emergencia sanitaria.

La situación cambio: en nota dirigida al subsecretario de Puertos y Vías Navegables, los gremios se quejaron ante “la cantidad de las excepciones solicitadas en las últimas horas, a nuestro entender exageradas, con requerimientos de zarpada de buques para dar lugar a otros, toda vez que los puertos disponen de lugares libres para recibirlos, como así también solicitudes que se han hecho y que una vez autorizadas no tuvieron un correlato con la urgencia que las origino”. Por lo tanto, endurecieron su postura y avisaron que “las excepciones al ingreso de buques en el contexto de la medida de fuerza dispuesta por estas instituciones quedan totalmente suspendidas”. A su vez, señalaron que “son las empresas armadoras, con su negativa permanente y mala voluntad a la hora de alcanzar un acuerdo aceptable en el marco del dialogo, las que han provocado esta lamentable situación”.

También se dirigió al subsecretario Cabrera el Centro de Navegación, institución que agrupa a las agencias marítimas, empresas que representan a la mayoría de los buques dedicados al transporte fluvio marítimo nacional e internacional de cargas y pasajeros.

En la nota, que lleva las firmas de su presidente, Julio Delifno y su secretario, Pablo Tsolis, el Centro de Navegación destaca que “la negativa a proporcionar el servicio desde el último 29 de diciembre, se ha visto agravada por la negativa a atender a aquellos buques que llevan cargas esenciales y que forma parte de la serie de medidas que las entidades gremiales han tomado estas últimas semanas dentro de su discusión paritaria con la patronal”.

Desde la entidad, destacaron el gran perjuicio que esta situación genera en el sector, habiéndose registrado ya pérdidas por sumas millonarias en divisas, en términos de lucro cesante y de buques fondeados a la espera de poder entrar a puerto o retrasados para su zarpada. Como ejemplo, son más de una decena los buques porta contenedores que llegan este fin de semana.

“Esto no solo se traduce en pérdidas para la industria del transporte por agua, sino también principalmente para los exportaciones e importaciones de nuestro país, siendo que estas últimas, en aproximadamente un 85%, constituyen insumos y capital de trabajo para las exportaciones, tales como por ejemplo para nuestra industria nacional automotriz, o elementos esenciales como aquellos de la industria de la salud entre otros y con un valor de cientos de millones de dólares, y que perjudica directamente a la producción por no poderse garantizar la continuidad operativa. Más preocupante aún, resulta el efecto nocivo que esta situación produce para toda la economía del país, no sólo por las pérdidas millonarias que afectan al sector privado, sino también para las propias arcas del Estado Nacional, las cuales se ven privadas de recibir cuantiosos ingresos como consecuencia del cese de operaciones de comercio exterior”, resalta la misiva.

Desde el Centro de Navegación consideraron que “esta situación de parate total de nuestro comercio exterior, nos revela ante el mundo entero como un país imprevisible, poco confiable para efectuar inversiones. Un camino que la Argentina no puede darse el lujo de transitar ante una crisis económica, sin precedentes, que padece desde hace años, agravada por la pandemia, y que se traduce en que casi la mitad de la población nacional está hoy en situación de pobreza”.

No es este el único conflicto que afecta la actividad. Tras varias reuniones fracasadas, la Unión Recibidores de Granos y Anexos de la República Argentina (URGARA), no logró acordar con la Cámara de Puertos Privados Comerciales (CPPC). A pesar de que la Federación Aceitera arribó a un acuerdo con la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA), sus dirigentes ya avisaron que están en estado de alerta, atento a su convenio con URGARA.

La Cámara Armadora de Transporte de Prácticos (CALAPRAC) tampoco pudo acordar con sus trabajadores. En este caso, el servicio esencial de embarcar a los prácticos lo está llevando a cabo de manera excepcional la Prefectura Naval Argentina mientras los gremios continúan de paro.

Fuente: El Cronistta

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