Transporte marítimo, tráfico de drogas, puntos calientes y medidas de prevención

Si bien ningún buque y ninguna cargamento está exento de ser victimas del narcotráfico, los contenedores son uno de los medios predilectos utilizados por narcotraficantes.

Es conocido hecho de que las navieras pueden estar expuestas a diversas pérdidas como consecuencia del tráfico de drogas a bordo.

En su Informe Mundial sobre las Drogas 2020, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) afirma que el consumo de drogas está más extendido en los países desarrollados, pero aumenta más rápidamente en los países en desarrollo y que Colombia sigue siendo el país en el que se cultiva la mayor parte de la hoja de coca (utilizada para producir cocaína), con cerca del 70% de la superficie mundial de cultivo de coca, seguida de Perú y Bolivia. Afganistán representa la mayor parte de la producción mundial de opio, utilizado para producir heroína y morfina, detalla un reporte de Gard.

Según los datos de incautación del informe de 2018, el cannabis, que se produce en casi todo el mundo, encabezó la lista por la cantidad de drogas incautadas y se caracteriza por el consumo en su misma región de producción y su tráfico se realiza mayormente por carretera; le siguen la cocaína y el opio. Según la ONUDD la mayor parte de la cocaína disponible en los mercados europeos de la droga se introduce de contrabando en Europa por vía marítima, principalmente en contenedores marítimos que ingresan a sus principales puertos: Amberes, Róterdam, Hamburgo y Valencia. En tanto, los envíos de cocaína a Norteamérica se transportan principalmente, a través de México.

Rutas de transporte marítimo de heroína y morfina

Según la ONUDD, las mayores cantidades globales de heroína y morfina incautadas en Europa occidental y central en 2018 fueron dadas a conocer por Bélgica, Francia, Italia, el Reino Unido y los Países Bajos. Aunque las rutas de contrabando de heroína y morfina hacia Europa Central se encuentran a lo largo de los Balcanes por vía terrestre, el tráfico hacia Bélgica en 2018 adoptó en gran medida la forma de envíos marítimos originados en Irán o Turquía. En tanto, el tráfico a Italia en 2018 se realizó mediante contenedores, siendo Irán el principal origen. Le siguen los envíos por vía aérea, desde Qatar y Sudáfrica, mientras que los envíos de heroína a Francia solían transitar por los Países Bajos y Bélgica.

La ONUDD advirtió que producto de la pandemia y la crisis vivida por el transporte aéreo es probable que se incrementen los envíos de cocaína, heroína y morfina vía marítima.      

Ocultación de drogas en buques mercantes

Los paquetes de estupefacientes pueden ocultarse dentro de la carga de un contenedor o en la estructura del propio contenedor, escondidos en las paredes o debajo del suelo. Los contenedores refrigerados ofrecen la posibilidad de ocultar paquetes en las unidades de refrigeración. Los paquetes pueden ser colocados por empleados deshonestos que trabajan para las compañías navieras o las terminales, y se han registrado casos de narcotraficantes disfrazados de funcionarios portuarios y estibadores que marcan los contenedores con réplicas de sellos oficiales. Una vez que el contenedor se sella y se entrega para su carga, la tripulación no tiene oportunidad de inspeccionar su interior.

Los narcotraficantes también ocultan paquetes dentro de cargamentos de graneles. En 2019, Autoridades de Malasia incautaron doce toneladas de cocaína ocultas en un cargamento de carbón a granel.

Los contrabandistas también utilizan la estructura externa del buque fijando una caja al casco o las drogas pueden ser ocultadas por un buzo en el tronco del timón en bolsas herméticas. Los espacios vacíos dentro de la nave también pueden ser explotados como escondites.

Puntos calientes y medidas preventivas

Gard reconoce como zonas de alto riesgo para el contrabando de cocaína Colombia, Ecuador, Perú, México y Brasil (especialmente el puerto de Santos) y Venezuela, país donde el contrabando ha disminuido, probablemente debido a las sanciones, mientras que el Brasil va en aumento. Turquía, Argelia, Egipto y Líbano son puntos calientes para la heroína y el captagon, un estimulante que gana popularidad.

Según el Código PBIP, es responsabilidad de las autoridades portuarias, las compañías navieras y la gente de mar garantizar la seguridad en los puertos. Esto incluye impedir que el personal no autorizado acceda a las instalaciones portuarias o suba a bordo de los buques, aplicar planes de seguridad adecuados y garantizar que todo el personal esté formado, sea consciente y sepa cómo detectar y mitigar las posibles amenazas a la seguridad.

Sin embargo, Gard aconseja a los operadores de buques y a sus capitanes una serie de medidas, entre ellas:

1) Mantener especial cuidado durante recaladas en puertos susceptibles de ser utilizados para el contrabando de drogas, llevando a cabo una evaluación de amenazas y riesgos específicos del viaje antes de arribar al puerto.

2) Revisar el plan de seguridad del buque y que el capitán y la tripulación tomen todas las precauciones posibles para limitar el acceso al buque y vigilar la zona adyacente al mismo mientras esté en el puerto, imponiendo puntos de entrada únicos al buque y permitiendo paso solo del personal esencial

3) Observar el sistema de CCTV del buque y almacenar la información para su revisión.

4) Utilizar las luces del buque para iluminar todas las zonas accesibles a bordo y las aguas circundantes.

5) Una vez finalizadas las operaciones de carga, realizar un registro completo del buque. Si hay alguna sospecha de que se han colocado drogas a bordo, solicitar una inspección completa del buque, incluyendo la inspección del casco del barco por debajo de la línea de flotación, antes del zarpe.

6) Informar de cualquier intento, o sospecha de intento, de contrabando de drogas a las autoridades locales, al agente del buque y al corresponsal de P&I. Si se encuentran drogas a bordo, no deben ser tocadas y se recomienda tomar una foto o un vídeo de la zona del buque en la que se ha encontrado.

7) También se recomienda a los operadores y a los capitanes de los buques que comercian con zonas de alto riesgo que se familiaricen con las «Directrices revisadas de la OMI para la prevención y represión del contrabando de drogas, sustancias psicotrópicas y precursores químicos en los buques dedicados al tráfico marítimo internacional» (Resolución MSC.228(82) y Resolución FAL.9(34)) y que se aseguren de que sus procedimientos a bordo hacen referencia a ellas.

Por MundoMarítimo

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