El hecho ocurrió hace algunas horas y produjo un cimbronazo en el comercio exterior de la Argentina que por estas horas sufre la bajante mas pronunciada de la historia en su principal vía navegable.
La Prefectura Naval Argentina se encuentra en la zona y por ahora, la única esperanza es una creciente de marea que posibilite desencallar a este gigante de 294 metros de eslora y 46,03 metros de manga.
La noticia que ganó la calle ante la publicación del suplemento de Transporte y Cargo del Cronista, no trajo pocos comentarios sobre la evidencia de la necesidad de dragar rápidamente el Canal Magdalena y lograr una doble vía de navegación.
Los mercantes que ya debieron sufrir la bajante del Paraná y completar bodega hasta un 25 % menos para no correr riesgos, ahora se encuentran a la espera de que se libere rápidamente la navegación por el Canal unta Indio.
El Punta ïndio dispone de solo 100 metros de ancho lo que impide que se naveguen en doble vía con la baradura del gasero «Hoegh Esperanza».
Dos remolcadores intentaron librar de su situación, sin éxito, al enorme metanero de casi 300 metros de eslora, que lleva bandera de Noruega y se dirigía al puerto bonaerense de Escobar.
Es de esperar que los trabajos de asistencia tengan un rápido resultado ya que se trata de un paso clave para la navegación en el Río de la Plata y su corte implica un duro golpe para el sistema de transporte, ya sea de barcos que directamente se dirigen o provienen de puertos del exterior, como de los que ahora cargan más cereral en Bahía Blanca o Quequén, en el marco del mayor completamiento de bodegas exigido por la bajante del Paraná.
Muchos referencian este siniestro comparándolo con el ocurrido por el buque portacontenedores Ever Given en el Canal de Suez.