La pesquería de la centolla patagónica en Argentina está a punto de ser certificada por el Marine Stewardship Council (MSC), algo que abrirá nuevas puertas a los mercados internacionales. El proceso podría concluir con éxito en noviembre, puesto que las evaluaciones iniciales han dado lugar a conclusiones positivas.
Aunque es una pesquería relativamente pequeña para Argentina, con sólo cuatro o cinco buques de alta mar autorizados para trabajar en ella, la centolla patagónica, ha sido una fuente constante de ingresos en los últimos años. Según fuentes argentinas, en 2020 se exportaron más de 1100 toneladas de cangrejo rey del sur, con un precio medio de US$ 17.000 por tonelada.
El negocio está gestionado por empresas argentinas de propiedad rusa, explicó Enrique Morsan, profesor de biología marina de la Universidad Nacional de Comahue, que es miembro del equipo de evaluación del proceso de certificación.
«La centolla patagónica compite en el mercado internacional con el cangrejo rojo gigante. Muchas empresas georgianas y rusas están en este comercio”, añade.
Una de esas empresas es Bentónicos de Argentina, dirigida por el gerente ruso Vitalii Bakulin.
«Queríamos vender nuestros productos a grandes cadenas de supermercados en los Estados Unidos. La mayoría de ellos sólo compran a empresas con certificación de sostenibilidad», explica.
Junto con Centomar y Crustaceos del Sur, Bentónicos de Argentina lanzó el proceso inicial en 2020. Una de las dificultades a las que se enfrentaron las empresas desde el principio fue la falta de documentación oficial sobre algunos aspectos de la situación de las poblaciones. Según Vitalii Bakulin, establecieron una asociación con las autoridades pesqueras argentinas para aclarar las dudas del equipo de evaluación.
«Un análisis preliminar demostró que deberíamos tener un rendimiento positivo en la mayoría de las categorías. Comenzamos a trabajar en un plan de acción para mejorar nuestras calificaciones’, añade.
A principios de 2021, el proceso comenzó oficialmente. Vitalii Bakulin confirmó que el informe se presentó hace un mes y que todas las calificaciones estaban por encima del nivel mínimo requerido para la certificación.
Crab traps are fitted by law with exit panels to allow juvenile to escape / Las trampas para la centolla están equipadas por ley con paneles de salida para permitir que los menores escapen
«Esta es una de las pesquerías mejor gestionadas de Argentina. Hemos estado cubriendo el 85% de las operaciones de pesca con observadores a bordo», explica Carla Firpo, investigadora marina encargada del programa de pesca de crustáceos bentónicos del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero de Argentina.
Espera que el grupo obtenga la certificación, considerando que los parámetros más importantes están relacionados con las condiciones del ecosistema, y que las pesquerías de centolla patagónica siempre han sido cuidadosamente gestionadas.
«Desde el principio decidimos establecer varias medidas de gestión para evitar la sobreexplotación. Cada año se revisan esas medidas. Los estudios de las poblaciones se realizan con el apoyo de la flota comercial”, señala.
Carla Firpo explica que la centolla patagónica tiene una larga vida útil y una baja tasa reproductiva. Cualquier caída de las existencias puede generar un difícil proceso de recuperación. En Argentina, sólo se pueden capturar animales machos. Todos los artes de pesca deben estar equipados con dispositivos de escape para los animales juveniles.
El profesor Morsan señaló que las tasas de captura anuales son inferiores al volumen máximo autorizado por el gobierno, por lo que las operaciones pesqueras actuales no están causando impactos negativos en las poblaciones.
«Las empresas saben que las medidas de control actuales son positivas para ellas porque mantienen cerrada la pesca para nuevas empresas y buques potenciales», añade.
Hace diez años, las compañías de cangrejo del rey del sur intentaron obtener una certificación de sostenibilidad, indica. Pero en ese momento los barcos que pescaban camarón rojo argentino también capturaban cangrejo rey como captura incidental.
“Esta situación generó varios problemas y el proceso tuvo que ser suspendido”, dice Enrique Morsan.
Con la migración espontánea de las poblaciones de camarón rojo hacia el norte, la situación se resolvió repentinamente. Hoy la mayor amenaza parece ser los proyectos de explotación petrolera que el gobierno argentino está avanzando. Algunas de las zonas de pesca más importantes se solapan con los depósitos de petróleo.
A group of Argentinian companies launched the certification process in 2020 / Un grupo de empresas argentinas inició el proceso de certificación en 2020
“La explotación petrolera podría tener impactos negativos en el cangrejo rey, afectando su calidad”, sugiere Enrique Morsan.
Al mismo tiempo, las empresas tienen nuevas zonas de pesca que explorar. El año pasado, Argentina hizo oficial la extensión de su plataforma continental más allá del límite usual de 200 millas náuticas, y Vitalii Bakulin dijo que Bentónicos tiene permiso para operar en esas áreas de aguas profundas.
“Sólo tenemos que adaptar nuestras artes de pesca para poder alcanzar poblaciones en aguas más profundas”, dice, añadiendo que Bentónicos también está empezando a explotar una zona cercana a la isla de Los Estados, cerca de la ciudad de Ushuaia.
En opinión de Enrique Morsan, la certificación es un paso importante para las empresas y para el gobierno argentino.
«Es una cuestión de prestigio internacional que una organización pertinente certifique una pesquería en el país. Esto significa que aquí existe una gestión de la pesca positiva. Esa es una manera de decir al mundo que hacemos algunas cosas bien», dice.
Fuente: mag.hookandnet.com – Por: Eduardo Campos Lima