El futuro de la CATT y la Fempinra en manos de Pablo Moyano y Schmid.

La estatización puso en un enredo a los sindicalistas a la hora de discursear: en privado se quejan; y los que se animan a la discusión pública surfean palabras para no poner los pies fuera del plato si de vínculo con el Gobierno hablamos.

La premisa, cabe aclarar, no aplica para Julio Insfrán, del Centro de Capitanes, que se queja sin vueltas de la medida del Ejecutivo de traspasar el control de la Hidrovía a la Administración General de Puertos (AGP) una vez que termine la prórroga de la licitación que tienen desde hace 30 años el consorcio belga Jan De Nul y la argentina EMEPA, de Gabriel Romero.

Entienden que, con el tema de la soberanía y por no dar un paso atrás, hicieron este parche de estatizar durante un año con destino incierto: “Politizaron el tema”, concluyen. Y consideran que salvo tengan alguna carta bajo la manga, “no habrá empresa que vaya a movilizar los fierros (por las dragas) desde cualquier lugar del mundo por el periodo de un año; por eso estimamos que todo continuará igual con Jan De Nul”.

Y aquí una aclaración: por lo que se desgrana el Gobierno hará dos licitaciones cortas por estos primeros 12 meses. Una para el Dragado, operatoria que se supone continuará con Jan De Nul; y otra para el Balizamiento.

A propósito, Juan Carlos Schmid, dirigente portuario de peso en el sector, la semana pasada se fue a ver a Pablo Moyano a su oficina, lo que sorprendió porque hace años que llevan una pelea silenciosa. Aunque ninguno de los participantes quiso hablar con Mundo Gremial, sabemos que Camioneros subió de prepo y sin consultar a sus redes la foto, ¿con qué intención?

Por lo que reconstruyó este medio, los temas que se hablaron versaron sobre la posición pública respecto a la Hidrovía, la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) y la Federación Marítima Portuaria y de la Industria Naval Argentina (Fempinra).

Moyano salió a bancar la movida del Gobierno respecto a la Hidrovía y Schmid celebró “un mayor control estatal”, como comentó a Mundo Gremial. Este entrecruzamiento discursivo está atado a la CATT y a la Fempinra: Schmid se bajaría de la conducción de la Confederación, lo que busca Moyano; pero no se desprenderá de la Federación portuaria. En ese espacio, y con el río revuelto, es donde Schmid quiere seguir.

Pero más allá de los acuerdos verbales entre Moyano y Schmid, los sindicalistas saben que la circulación de la millonada de dólares que pasa por la Hidrovía, los privados la vuelcan en el sector: ya sea generando empleo o bien haciendo las inversiones correspondientes. Se cobra el peaje a los buques, que pasó de 0,95 dólares por tonelada registrada cuando se concesionó a los 3,05 actuales.

Como se sabe, y como dicen los sindicalistas, el Estado se nutrirá de una caja fabulosa que ingresará al Tesoro y seguirá el curso burocrático de rigor para llegaren algún momento a la Hidrovía. Con el agravante de la actual bajante; registro rojo al que no se llegaba desde hace 50 años. Y otro tema, los salarios en el sector portuario privado son un 70% más altos que el de los trabajadores estatales.

Por: Pablo Maradei – Mundo Gremial

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