El gobierno nacional avanza en un ambicioso proyecto logístico, portuario y militar en la localidad de Alvear, en terrenos ubicados a la vera del río Paraná donde funcionan el Aeródromo de Alvear y dos plantas de la multinacional Cargill. ¿De qué se trata el complejo portuario, logístico y militar proyectado en el sur de Santa Fe? por DAVID NARCISO para AIRE DIGITAL.
El Ministerio de Defensa de la Nación avanza en un ambicioso proyecto logístico, portuario y militar en la localidad de Alvear, en el sur del Gran Rosario, en tierras ubicadas a la vera del río Paraná que pertenecen al Estado nacional, cedidas en uso a la Fuerza Aérea y de la cual la fracción ubicada sobre la barranca es usufructuada desde hace dos décadas por la multinacional Cargill.
En el terreno, de unas 286 hectáreas, funciona el Aeródromo de Alvear. Va desde la ruta provincial 21 hasta el río Paraná, pero la fracción final estaba alquilada a Cargill, lo que le permite vincular por tierra y de forma directa los dos núcleos portuarios que tiene ahí, al norte y al sur del predio.
El plan ha ido cambiando con los años y los gobiernos. La última versión está plasmada en un convenio interministerial redactado en el Ministerio de Defensa y que está a la firma en el Ministerio de Transporte. Originalmente, se había hablado con Alexis Guerrera. Al dejar este el cargo, quedó a la firma de su reemplazante, el rosarino Diego Giuliano. Ambas carteras están de acuerdo con el proyecto aunque en Transporte no pudieron precisar cuándo se firmará.
El proyecto consta de distintas partes. En el plano militar, el Ministerio de Defensa proyecta montar una base conjunta, es decir para las tres fuerzas armadas, que incluya muelle militar, helipuerto, pista de aterrizaje, cuarteles e instalaciones generales. El perfil sería atención de emergencias y catástrofes en la zona del Litoral argentino. De hecho, el aeródromo actual fue la base operativa de los equipos de provincia y Nación que combaten los incendios en el Delta del Paraná desde 2020.
Entre los objetivos está consolidar una presencia y una vigilancia estratégica sobre el Paraná, que en la práctica es sobre la hidrovía Paraná-Paraguay, hoy por hoy uno de los puntos geoestratégicos (junto con el litio y Vaca Muerta) por el que Estados Unidos y China pujan en Sudamérica y en particular en la Argentina.
Una segunda pata es montar un área logística multimodal. Fuentes del Ministerio de Transporte de la Nación confiaron que se proyecta una obra pública ferroportuaria de doble vía (para entrada y salida) y con vías de dos trochas diferentes.
Acá entra a jugar el acuerdo al que se debe llegar con la multinacional de origen estadounidense, que usufructúa la fracción ribereña del predio mediante un contrato de alquiler que está vencido y debe ser renegociado. Según las conversaciones preliminares, Cargill cederá a Ferrocarriles Argentinos Sociedad del Estado el ramal privado de acceso a su puerto a cambio de seguir usufructuando la parte estrictamente necesaria para mantener una comunicación operativa entre sus dos núcleos portuarios. Una vez cerrado el convenio interministerial, se avanzará con Cargill.
La multinacional viene negociando, acompañada por el gobierno provincial con el Ministerio de Defensa desde hace dos años para clarificar el uso a futuro del terreno en cuestión. Cargill tiene en carpeta una inversión de decenas de millones de dólares en infraestructura ferroviaria (que planifica en conjunto con el Ministerio de Transporte) y en la planta industrial norte de Punta Alvear.
De esas gestiones también participó la Municipalidad de Villa Gobernador Gálvez, ya que el predio en cuestión bordea el límite con Alvear. De hecho la planta y puerto de Cargill norte está en Villa Gobernador Gálvez. Y si la empresa perdí el terreno que comunica los dos muelles y se les impedía la circulación interna, miles de camiones deberían recorrer tres kilómetros por la ruta 21 taponando el tráfico y destruyendo la infraestructura vial.
Otra de las posibilidades que se barajaba era la instalación en el predio de la Fuerza Aérea de un nuevo puerto comercial privado. Sin embargo, la cooperativa que estaba detrás de ese proyecto optó por otro predio en otro lugar. Hay quienes mencionan que YPF Agro podría dar un salto y pasar a jugar en el mercado agroexportador de granos si instala una planta industrial y portuaria en el predio.
En la zona de barranca que ocupa Cargill hay un pequeño asentamiento que debe ser trasladado del lugar. El plan general incluye la construcción de un muelle específico para pescadores y la construcción de viviendas familiares en otro terreno.
Hace un siglo, el predio que hoy ocupa el Aeródromo de Alvear había sido reservado para emplazar el futuro Aeropuerto de Rosario. Finalmente, se eligió construirlo en su actual emplazamiento, en el límite con Funes.
El plan para aprovechar las tierras del aeródromo con otros fines estratégicos tiene varios años. En julio de 2011, durante la inauguración de la planta de biocombustibles del Grupo Eurnekian, en Puerto San Martín, la ex presidenta Cristina Kirchner anunciaba que el gobierno había decidido utilizar “las instalaciones del Batallón de Arsenales de Fray Luis Beltrán y el Aeródromo de Alvear para constituir polos científicos de desarrollo para pequeños y medianos productores en articulación con las universidades”.
En el terreno, de unas 286 hectáreas, funciona también el Aeródromo de Alvear.
Para 2014 el proyecto mutó hacia la idea de un puerto comercial que juegue en sintonía con los pequeños y medianos productores agropecuarios (objetivo retomado por un sector del oficialismo en 2020 cuando se pensó en expropiar Vicentin) más la base militar.
Originalmente, no incluía la pata de logística ferroviaria, que se agrega en esta etapa a partir del vencimiento del contrato con Cargill y la posibilidad de negociar la integración del ramal privado a la empresa pública de ferrocarriles.
Ese contrato se negoció en 2003-2004 cuando Cargill amplió su puerto de Punta Alvear y necesitaba esa fracción de tierras públicas para integrar las instalaciones existentes con las nuevas. En los años siguientes se buscó desde el Ministerio de Defensa redeterminar el valor del contrato porque se consideraba irrisorio, y se empezó a desplegar la idea de desarrollar un proyecto que incluyera una base militar.
En 2015, con la llegada de Mauricio Macri a la presidencia, el proyecto pasó al olvido y las autoridades de ese entonces se limitaron a prorrogarle el contrato de alquiler a la multinacional agroexportadora.
Con el gobierno de Alberto Fernández el tema se retomó, pero los tiempos son acotados. Quedan diez meses de gestión y recién se está en la etapa de firma del convenio interministerial. El futuro del proyecto dependerá del impulso que le dé el próximo gobierno.
