Pesca de arrastre enciende discusión: sustentabilidad vs empleabilidad

La idea de legislar la eliminación de la pesca de arrastre de fondo para la merluza común aprobada el pasado miércoles ha encendido la discusión más allá del ámbito pesquero, porque están en juego la sustentabilidad de la especie, pero también cientos o miles de puestos de trabajo, advierte la industria.

Sustentabilidad y empleabilidad son las aristas que se imponen y que ha llevado al diputado Gastón Saavedra a proponer restringir, pero no elimimnar el arte de pesca de arrastre de fondo, para diferenciarlo del de media agua.

Mientras cuatro sindicatos de pescadores industriales critican la medida por destruir empleo, y endosando a la pesca ilegal el estado de sobreexplotación del recurso merluza común, el Consejo de Defensa del Patrimonio Pesquero, Condepp, demanda que se termine con el arrastre para todas las pesquerías.

“Los pescadores artesanales de Chile esán por preservar todas las especies de nuestro mar. Somos los primeros responsables de sustento ambiental, por ello nos oponemos tenazmente a que se continúe depredando las especies de todo tipo de pesquerías”, declaró el presidente del consejo, Hernán Cortés.

El informe de Oceana
A través de la nueva publicación editada por la organización de conservación marina Oceana, “Eliminación de las redes de arrastre en la pesquería de la merluza común”, ésta busca establecer las bases científicas que justifican la eliminación de esta técnica como método de captura para una especie que por años se ha visto afectada por la sobrepesca.

El reporte publicado por la ONG, recoge diferentes informes científicos que dan cuenta de los graves daños ocasionados en los ecosistemas por la pesca de arrastre de fondo tanto a nivel nacional como internacional.
“La presión pesquera ejercida sobre la merluza común ha llevado a un evidente deterioro en su población con pocos signos de recuperarse, transitando entre la sobreexplotación y el colapso durante la última década”, explicó Liesbeth van der Meer, Directora Ejecutiva de Oceana. “Existen diversos factores que han contribuido a que esta especie esté en crisis, entre ellos, la pesca ilegal y el uso de artes de pesca que no son sustentables, los cuales no solo afectan a la merluza común, sino que a muchas otras especies”, puntualizó van der Meer.

La pesca de arrastre de fondo consiste en el desplazamiento de grandes y pesadas redes por el fondo marino, las que van atrapando todo lo que está en su camino debido a su baja selectividad. De esta forma, capturan peces e invertebrados que viven sobre él o en sus cercanías, es decir, especies bentónicas y demersales. Este tipo de pesca no sólo tiene un impacto directo sobre las poblaciones de peces y las comunidades bentónicas de las zonas donde es utilizada, sino que también puede tener efectos a largo plazo en los ecosistemas ya que altera las propiedades físicas del fondo marino.

En Chile son nueve las pesquerías que cuentan con autorización para capturar por medio de esta técnica, entre las que se encuentran la merluza austral, el congrio dorado y algunos crustáceos. De hecho, en 2016 Oceana presentó una propuesta para evitar la expansión del arrastre de fondo por medio del congelamiento de la huella, una medida que habría tenido un impacto positivo en la merluza común, sin embargo, pese a ser firmada y anunciada por la Subpesca, nunca vio la luz verde.

“Lamentamos que no se haya dado el espacio para concretar el congelamiento de la huella de arrastre, llevamos casi cuatro años peleando por esta medida, pero la discusión de limitar y erradicar paulatinamente la pesca de arrastre es inminente, sobre todo cuando una especie como la merluza común ha disminuido a un décimo de su población virginal y, en consecuencia, sus cuotas de captura”, señaló van der Meer.

Fuente: Diario Concepción – Chile

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