Sigue creciendo la actividad pesquera en el Puerto de Bahía Blanca

El regreso de la actividad genera cada vez más cargas y movimiento con la llegada de grandes buques congeladores.

Si bien los cereales se posicionan cómodamente en primer lugar entre las cargas movidas por el puerto de Bahía Blanca, también es cierto que los químicos y petroquímicos llevaron a la estación marítima local a dar un paso hacia adelante en busca de la tan ansiada diversificación.

Y ahora se suma la pesca de altura, un sector que aspira a recuperar, al menos en parte, el volumen que supo tener décadas atrás.

Se trata de una lucha emprendida hace mucho tiempo y donde sólo basta recordar que en los ’80 se reclamó ante las autoridades nacionales y provinciales un criterio de equidad para todos los puertos, autorizando a White a operar como terminal pesquera, con buques factoría.

Pero no sólo no se consiguió que esos buques dejaran de trabajar con permisos precarios renovables anualmente, sino que Nación terminó intimando a las pesqueras asentadas en los muelles bahienses a trasladarse hacia la Patagonia. De esta manera el éxodo de la pesca se sumó al de la fruta.

Sin embargo, ahora todo parece estar cambiando gracias al trabajo conjunto y paciente encarado por la empresa Puerto Frío, el Consorcio de Gestión del Puerto, Senasa, Aduana, gremios y la firma de estibajes Murchison.

Con relación a 2020 -un año considerado muy bueno-, al finalizar 2021 los muelles locales habrán duplicado las descargas de pescado.

Hasta ahora, con cifras logradas hasta la primera semana de noviembre, el incremento de toneladas desembarcadas ya había crecido un 80 por ciento en comparación con todo 2020.

Para graficar este crecimiento hay que señalar que mientras en 2019 se habían operado 1695 toneladas, ese número creció en 2020 a 4.878 y hasta ahora en 2021 se llevan descargadas 8.453. 

Mientras tanto, según estimaciones de Puerto Frío, en 2022 se esperan movilizar por Bahía Blanca 12 mil toneladas de pescado.

A principios de mes, en los sitios 18/19 de Ingeniero White se realizó la descarga del buque factoría Verdel, que llegó con 900 toneladas de pescado congelado en cajas, en su mayoría merluza, pero también hubo caballa y abadejo.

La operación, que hace unos años demandaba 5 días de trabajo, y algunos meses atrás tardó dos días y medio, ahora se realizó en apenas dos jornadas, aumentando así la competitividad portuaria.

De acuerdo con las estadísticas que maneja la firma, para fin de año el grupo conformado por las pesqueras Iberconsa y Pesquera Santa Cruz se habrá quedado con con el mayor porcentaje de descargas, seguido por Argenova.

Al igual que sucede en otros puertos, por caso Mar del Plata, uno de los puntos flacos reside en que la mayoría de la carga en contenedores no sale por el puerto de Bahía Blanca, sino por Buenos Aires, lo que constituye un aspecto a corregir.

En tal sentido, este año, sobre 267 contenedores, 202 salieron por terminales de Buenos Aires y apenas 65 por Bahía Blanca, dependiendo de cuestiones comerciales y frecuencias logísticas.

Para dimensionar  el impacto de la actividad, en lo que va del año, las 8.453 toneladas movilizadas demandaron el pago de 39.158 jornales de seis horas de trabajo en la estiba.

En su mayoría, según evaluaciones realizadas, la mano de obra proviene de Ingeniero White y bulevar Juan B. Justo y también otros sectores como Villa Delfina.

Días atrás, al referirse a la llegada del Verdel, el presidente del Consorcio, Federico Susbielles, señaló que en la operatoria trabajaron unas 160 personas, con una importante rotación de estibadores y equipamiento.

Fuente: lanueva.com – Por Adrián Luciani

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *