Aseguradoras del transporte marítimo cada vez más están sujetas a requerir información medioambiental

El sector del transporte marítimo internacional produjo algo más de mil millones de toneladas de gases de efecto invernadero (GEI) en 2018, casi un 10% más que en 2012.

El aumento de las emisiones de GEI se debió principalmente al incremento del comercio marítimo mundial, según el último estudio de la OMI1 sobre los GEI. A pesar de que se espera una reducción a corto plazo debido a la pandemia, se prevé que las emisiones sigan aumentando, respecto de los niveles de 2008, entre el 90% y el 130% en 2050, destaca un reporte de Allianz Global Corporate & Specialty (AGCS)

El sector del transporte marítimo reconoce ampliamente la necesidad de reducir las emisiones, aunque los avances han sido lentos. La Estrategia de GEI de la OMI de 2018 estableció objetivos ambiciosos para reducir a la mitad las emisiones del transporte marítimo internacional para 2050 y reducir la intensidad del carbono en un 40% para 2030, y en un 70% para 2050.

Con el impulso de los esfuerzos internacionales para hacer frente al cambio climático, es probable que el sector se vea sometido a una presión cada vez mayor para acelerar sus esfuerzos, según el capitán Rahul Khanna, director global de Consultoría de Riesgos Marítimos de AGCS.

«El sector del transporte marítimo tendrá que acelerar sus esfuerzos para reducir las emisiones. Se necesita una enorme inversión en investigación y desarrollo para que el sector cumpla los exigentes objetivos fijados por la OMI y los gobiernos nacionales la OMI y los gobiernos nacionales. La flota y la tecnología actuales no permitirán al sector marítimo alcanzar el objetivo de la OMI de reducir las emisiones de GEI en un 50% para 2050, y mucho menos los objetivos más ambiciosos que están debatiendo los gobiernos nacionales», afirma Khanna.

Transporte marítimo en la mira

En vísperas de la cumbre de la ONU sobre el cambio climático COP26, que se celebrará en noviembre de 2021, las emisiones del sector del transporte marítimo están en el punto de mira. El gobierno del Reino Unido ha incluido recientemente el transporte marítimo en sus planes de reducción del 78% de las emisiones de GEI para 2035. En abril, EE.UU. pidió a la OMI que se fijara el objetivo de cero emisiones netas para 2050, y dijo que estudiaría medidas nacionales para reducir las emisiones del transporte marítimo.

En octubre de 2020, el Grupo de Trabajo inter sesiones de la OMI sobre la reducción de las emisiones de GEI, aprobó enmiendas al Tratado de Prevención de la Contaminación MARPOL, las que fueron adoptadas por la OMI en junio de 2021. Estas enmiendas preparan el camino para una clasificación de la intensidad del carbono para los buques de más de 5.000 toneladas brutas, además de añadir requerimientos técnicos y operacionales de reducción de la intensidad de carbono para todos los buques.

Mayores exigencias en el mercado

Además de los objetivos más estrictos en materia de emisiones, los crecientes requisitos de información ambiental, social y de gobernanza (ESG) afectarán cada vez más al transporte marítimo. Los inversores, los bancos, las aseguradoras y los clientes siguen exigiendo información sobre el impacto medioambiental de las compañías navieras. En el futuro, las empresas navieras deberán demostrar su impacto medioambiental cuando busquen inversiones, accedan a la financiación y contraten seguros.

«La demanda de inversiones ecológicas está aumentando y un número creciente de instituciones financieras, incluidas las aseguradoras, se han comprometido a reducir su impacto ambiental, incluso a través de sus inversiones, la suscripción y las actividades de préstamo. Las aseguradoras están cada vez más sujetas a los requisitos de información ESG lo que requerirá que incorporen los principios ESG y las credenciales ecológicas de los buques suscritos» dice Justus Heinrich, Global Product Leader Marine Hull en AGCS.

Según la OMI, las opciones a corto plazo para reducir los GEI incluyen cambios operativos -como la optimización de la velocidad- y el uso de biocombustibles, así como el inicio de la investigación de combustibles alternativos de baja o nula emisión de carbono.

Costos impositivos

Potencialmente, el sector podría enfrentarse a un impuesto sobre el carbono, o a una tasa sobre las emisiones: las Islas Marshall y las Islas Salomón4 han pedido a las Islas Marshall y las Islas Salomón4 han pedido a la OMI que imponga una tasa sobre las emisiones de carbono de los buques a partir de 2025.

En abril de 2021, un grupo de destacadas organizaciones de transporte marítimo pidió a los líderes mundiales que adelantaran los debates sobre el desarrollo de medidas basadas en el mercado para incentivar al sector a reducir los GEI y adoptar tecnologías y combustibles ecológicos. El grupo, que incluye a la Cámara Marítima Internacional (ICS), BIMCO y el Consejo Mundial del Transporte Marítimo, presentó una propuesta a la OMI para agilizar el desarrollo de medidas basadas en el mercado (como un impuesto mundial sobre el carbono en el combustible para buques), así como para acelerar los esfuerzos de investigación y desarrollo de tecnologías de carbono cero.

Según la ICS, el sector necesita invertir miles de millones de dólares en el desarrollo de buques y combustibles con cero emisiones, como los basados en amoníaco e hidrógeno, así como un mayor despliegue de la electrificación, a velocidad y escala. Un grupo de organizaciones y naciones marítimas han pedido a la OMI que establezca una Junta Internacional de Investigación y Desarrollo Marítimo para ayudar a desarrollar tecnologías marítimas ecológicas.

Una meta difícil de cumplir en 2050

Según la OMI, la intensidad de carbono del sector marítimo en su conjunto mejoró entre un 20% y un 30% entre 2012 y 2018 -debido al aumento del tamaño de los buques, así como a la mejora del diseño y las operaciones-, aunque el ritmo de reducción se ha ralentizado desde 2015. De cara al futuro la OMI afirma que será difícil alcanzar la ambición de reducción de GEI para 2050 mediante tecnologías de ahorro de energía y la reducción de la velocidad de los buques. Una gran parte de la cantidad total de reducción de CO2 tendrá que provenir del uso de combustibles alternativos bajos en carbono.

El cumplimiento de los objetivos de reducción de las emisiones de GEI exigirá importantes inversiones en investigación y desarrollo y grandes cambios en el diseño y la propulsión de los buques, lo que tendrá repercusiones en el futuro y la propulsión, lo que tendrá implicaciones para el riesgo y las cadenas de suministro, dice Khanna.

«Yo esperaría que los buques fueran significativamente diferentes dentro de 20 años, en términos de diseño y combustibles. Sin embargo, la comprensión del riesgo debe ser fundamental para la transición al transporte marítimo con bajas emisiones de carbono. Como hemos visto con los grandes portacontenedores, los desarrollos que no se centran en el riesgo pueden tener consecuencias no deseadas y aumentar la exposición, con un impacto más amplio en las cadenas de suministro», dice Khanna.

Por MundoMarítimo

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