El ARA Piedrabuena, un patrullero para la Armada Argentina ya esta navegando

El astillero francés Naval Group, uno de los principales constructores navales europeos, botó el primer patrullero de construcción integral francesa destinado a la flota de la Armada Argentina. Se trata del segundo de una serie de cuatro,-tres nuevos y uno usado-, adquiridos a Francia que ya se encuentra navegando desde Concarneau.

El primero, (P 51) ARA Bouchard, se incorporó en febrero pasado a la División de Patrullado Marítimo con asiento en Mar del Plata, es de segunda mano, ex L’Adroit de la marina francesa y debutó con la captura de un pesquero chino que operaba ilegalmente dentro de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Argentina.

El nuevo patrullero recibió el nombre ARA Piedrabuena, y alcanzó la última etapa de equipamiento en el astillero de la localidad de Concarneau (Francia) luego de 19 meses desde el inicio de su construcción.

El Piedrabuena ya se incorporo a la Armada Argentina. En simultáneo, el astillero francés trabaja en el tercer patrullero (P53) ARA Almirante Storni, cuyo comandante es el capitán de fragata Oscar Latorre y se entregará en el tercer trimestre del 2021.

El cuarto navío (P 54) ARA Bartolomé Cordero (el cuarto y último) se encuentra en proceso de ensamble y será recibido por la Armada en abril de 2022.

El Gobierno de Macri autorizó la cifra de 319.034.689 euros para la compra de los cuatro OPV (sigla inglesa de ocean patrol vessel). El astillero francés ofreció financiar el 100% con 5 años de gracia, a tasa soberana. Tocó a la gestión de Alberto Fernández desembolsar cuotas en pago del contrato financiero, en junio, 13 millones de euros y una cifra similar en diciembre.

Miradas actuales apuntan que los argentinos se endeudaron para darles trabajo a los franceses. 

En otra etapa de la Argentina Astilleros Río Santiago construyó buques de mayor complejidad tecnológica, como las corbetas Meko 140, aunque el programa de entrega de los 2 últimos buques de la serie de 6 estuvo paralizado casi 10 años por el eterno problema presupuestario.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *