UN RIO CADA VEZ MAS SECO Y LA ECONOMIA DE TRES PAISES EN RIEZGO

Por: Marcelo Muchi – Para: El Provincial.com.ar – Brasil, Argentina y Paraguay están atravesando su peor sequía en casi un siglo con gravísimas consecuencias no solamente para la agricultura y el uso del agua.

En estos países la economía depende de sus ríos, especialmente el río Paraná. Este río es una de las hidrovias más grande del mundo. La mayoría de las exportaciones especialmente de Argentina y Paraguay dependen de ese río, también es la principal fuente de generación de energía eléctrica.
• Desde 2019, las aguas de la cuenca del Paraná-Plata viven un ciclo de descenso que ya es el más prolongado de la historia.
• Las variaciones climáticas y las actividades humanas —deforestación, actividad agropecuaria, infraestructuras, dragado— explican la situación. Nadie aventura las consecuencias a largo plazo.
Por eso la sequía que afecta al río Paraná, que ya hace dos años está en sus niveles más bajos en casi ocho décadas, está teniendo graves consecuencias en esas naciones.
El río, que en promedio tiene un caudal de unos 17.000 metros cúbicos por segundo, este año cayó hasta los 7000 m3/s, apenas por encima del valor mínimo histórico de 5800 m3/s, registrado en 1944.
En la práctica, esto significa que el Paraná está más de tres metros por debajo de su altura promedio habitual, según explicó a BBC Mundo Juan Borús, subgerente de Sistemas de Información y Alerta Hidrológico del Instituto Nacional del Agua (INA) de Argentina, y una de las personas que más conoce el río.

Con -0,19 La marca de 2021 fue la séptima más baja de la historia del Paraná

Los expertos atribuyen este descenso a una combinación de factores.
Los principales son la alteración en los patrones de lluvia debido al calentamiento global y a la deforestación en la Amazonía, ya que son los árboles de la selva amazónica los que liberan el vapor de agua que eventualmente cae en forma de lluvia sobre la cuenca del río Paraná, abasteciéndolo de agua.
No es difícil imaginar que una bajada del caudal tan pronunciada está afectando a las comunidades que viven en la zona, y que dependen del río para obtener el agua que beben y el pescado con el que muchos subsisten económicamente.
Los biólogos advierten que la sequía también está afectando los ecosistemas de la zona, alterando el equilibrio natural del cual dependen centenares de especies vegetales y animales.
Pero la fuerte caída en el caudal de la que es una de las principales autopistas fluviales de Sudamérica está teniendo impactos que van mucho más allá de sus riberas.

Fuente: El Provincial – Radio Online

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