Las Islas Malvinas albergan uno de los últimos despliegues militares británicos de ultramar, con presencia en aire, tierra y mar, a pesar del reclamo constante de soberanía por parte de la República Argentina.
Después de que Dinamarca y Argentina discutieran la posible venta de un escuadrón de cazas F-16 a Buenos Aires, se ha vuelto a centrar la atención en la capacidad del Reino Unido para defender las Islas que ocupa en el Atlántico Sur, y si hay cambios en el equilibrio de poder.
Tras la Guerra de las Malvinas en 1982, la cual cumplió un nuevo aniversario el día 2 de abril, el Reino Unido fortaleció su defensa de las islas estableciendo una capacidad de defensa triple, que incluye la base aérea RAF Mount Pleasant en la Isla Soledad.
Según Army Technology, los activos del ejército británico y la Marina Real están asignados al territorio, con una fuerza de alrededor de 1.500 militares británicos estacionados en las Islas Malvinas. Además, el Reino Unido tiene bases de control militar sobre Georgia del Sur y las Islas Sándwich, ubicadas más al sureste.
La presencia terrestre británica incluye a los Ingenieros Reales y la Artillería Real, con el sistema de defensa aérea terrestre Sky Sabre operado por el 16º Regimiento de la RA.
La RAF mantiene el contingente más importante en las Islas Malvinas, con un destacamento de cuatro cazas Typhoon Tranche 1 basado en RAF Mount Pleasant, además de aviones de transporte A400M Atlas y de reabastecimiento A330 MRTT Voyager.
La Marina Real mantiene patrullero de altura desplegado permanente en el Atlántico Sur, el HMS Forth. El buque tiene asignada como zona de operaciones la aguas circundantes a las islas.
Además, la pequeña Fuerza de Defensa de las Islas Malvinas (FIDF) está formada por reservistas militares locales con apoyo de un pequeño personal permanente, financiado por el Gobierno local de las Islas Malvinas y comandado por el Gobernador británico de las Islas Malvinas.
Fuente: escenariomundial.com