Estados Unidos ha de reforzar el control de sus embarcaciones con el AIS si quiere reducir la pesca ilegal

Un informe de Oceana pone en evidencia que solo el 12 % de la flota de EE.UU. está obligada a llevar AIS.

Estados Unidos ha de mejorar la transparencia de sus buques pesqueros. Es uno de los resultados de un estudio publicado por Oceana en el que se detectó que solo el 12 % de los más de 19 000 barcos de pesca comercial registrados en la flota de EE.UU. están obligados a llevar dispositivos AIS.

“Estados Unidos requiere que los barcos pesqueros de 65 pies (19 metros) o más estén dotados de dispositivos AIS y transmitan señales dentro de las 12 millas náuticas de la costa. Por el contrario, la Unión Europea requiere que todos los barcos pesqueros de más de 49 pies (15 metros) transmitan continuamente sus señales AIS durante todo su trayecto”, explica Oceana en su comparativa con la legislación europea.

Estados Unidos importó, en 2019, un valor estimado de 2400 millones de dólares en productos del mar derivados de la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada.

En este sentido la organización ecologista matiza que si Estados Unidos ampliase el requisito al mismo punto que la UE, el uso de AIS aumentaría en un 65 %, cubriendo más de 1500 embarcaciones pesqueras adicionales. Asimismo, recuerda que no solo la UE tienen requisitos más estrictos que la norma estadounidense sino también otros estados como Reino Unido, Liberia y naciones pesqueras más pequeñas como Mauricio e Indonesia que requiere que todas las embarcaciones, tanto nacionales como extranjeras, utilicen dispositivos AIS en aguas indonesias.

“Si nos tomamos en serio evitar que los productos del mar capturados ilegalmente ingresen en Estados Unidos, necesitamos saber más sobre los productos del mar que importamos, y para ello, necesitamos ampliar la transparencia de la pesca”, explica Beth Lowell, vicepresidenta adjunta de Oceana para Estados Unidos quien matiza que el país ha de aplicar las medidas antes de exigírselas a otros países.

Debido a que hasta el 85 % del pescado que se consume en EE.UU. es importado, Oceana apunta que “es necesario ampliar estos requisitos nacionales para mantener los productos del mar importados en estándares más altos”.

En este sentido explica que con una mayor implementación del control, los funcionarios podrían enfocar, de manera más efectiva, sus acciones de control e inspección “en embarcaciones de mayor riesgo, como aquellas que desactivan sus sistemas de seguimiento o parecen estar pescando en áreas vedadas”. Y, haciéndose eco del informe de la Comisión de Comercio Internacional, Estados Unidos importó, en 2019, un valor estimado de 2400 millones de dólares en productos del mar derivados de la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada.

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