En un papelón sin precedentes, la semana pasada un barco de bandera china fue perseguido por fuerzas de la Armada con la presencia del Ministro de Defensa a bordo de uno de los aviones que formaron parte del operativo, eso generó la inmediata respuesta de la Embajada China en la Argentina.
Curiosamente el ministerio había convocado a algunos medios de prensa afines para que vieran in situ, como se detenía y abordaba un buque que pescaba ilegalmente en la Zona Económica Exclusiva de la Argentina. Pero nada de ello ocurrió, en una operación que le costó al estado argentino ma des 400 mil dólares en recursos de superficie, aéreos y humanos, se encontraron que «se logró realizar una inspección ocular con la dotación de Visita y Registro, verificando que no había indicios de pesca reciente» según informó en forma oficial el propio ministerio de Defensa, dejando en claro el gigantesco papelón realizado por un ministro sin la mínima idea de de como operan la Armada Argentina en este tipo de acontecimientos.
La embajada de la República Popular de China en Argentina objetó la operación de inspección a un pesquero chino sospechado de estar realizando pesca ilegal. Un problema más allá de la milla 200. El pasado miércoles. En un nuevo episodio de tensión con las autoridades argentinas, la embajada de China en Buenos Aires salió a defender a un buque pesquero de su país que fue inspeccionado por la Armada bajo sospechas de realizar pesca ilegal dentro de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) argentina.
La embajada china reaccionó a través de su cuenta oficial en la red social X, asegurando que según la “información fehaciente” que manejan, el buque pesquero “no da indicios de pesca ilegal” y se encontraba realizando “actividades normales” en aguas internacionales.
La representación diplomática china reafirmó su compromiso para “luchar contra la pesca ilegal” y promover “la conservación científica y el uso sostenible de recursos pesqueros”, en colaboración con la comunidad internacional, incluyendo a Argentina.
Evidentemente nadie le informó al ministro Petri que un barco «POTERO» (Especializado en pesca de Calamar) no pesca navegando entre 7 y 10 nudos como lo hacia el pesquero demorado por la Armada. Ese tipo de pesca se hace de noche y con el buque parado, para eso cuenta con las grandes luces (potas) que hace a la especialidad de esa pesca. ¿Improvisación? Si el Ministerio de Defensa o la Cancillería se equivocan de esta manera, es muy peligroso para nuestro país.
Este nuevo encontronazo con Beijing se suma a la creciente tensión en las relaciones bilaterales, que se ha visto exacerbada por la retórica confrontativa del gobierno de Javier Milei y los recientes cuestionamientos chinos al arribo de componentes del hospital modular donado por China en 2021, para tareas de campaña para el Ejército Argentino, y no para el Covid como lo quiso hacer ver el gobierno argentino.
Un papelón tras otro, con el objetivo puesto en desprestigiar a China, atenta claramente, no solo, con las relaciones bilaterales de ambos países, sino que también, pone en peligro las relaciones con el segundo socio comercial de la Argentina.