La Hidrovía Paraguay-Paraná también se volvería a privatizar y se mantendría el peaje, según los planes de Milei

La hidrovía Paraguay – Paraná, una de las principales arterias para el comercio exterior argentino, se encamina hacia un proceso urgente de privatización bajo la administración de Javier Milei. Con los pliegos licitatorios ya confeccionados, la vuelta de la vía navegable troncal del Paraná a manos privadas se presenta como una de las prioridades de este gobierno.

Guillermo Ferraro, designado próximo ministro de Infraestructura en el gabinete de Milei, ha estado trabajando activamente en las últimas semanas para impulsar la privatización de esta vía estratégica por la cual circula el 80% de las exportaciones del país. Actualmente gestionada por la Administración General de Puertos SE (AGP), la intención es transferir esta infraestructura clave al ámbito privado en el menor tiempo posible.

Ferraro, contador público, licenciado en Administración de Empresas y doctor en Ciencias Económicas, cuenta con una trayectoria que abarca tanto el sector privado como el público. Su experiencia incluye roles destacados durante las presidencias de Eduardo Duhalde y Mauricio Macri, así como su participación en el Ministerio de Modernización de la Ciudad de Buenos Aires bajo la gestión de Macri. Además, trabajó como director de Infraestructura y Gobierno en KPMG Argentina, desempeñándose como consultor y asesor en proyectos del sector público.

Un elemento clave en este proceso de privatización es la participación de Guillermo Dietrich, ex ministro de Transporte y ahora colaborador destacado de La Libertad Avanza y el PRO. En 2019, al concluir su gestión en Transporte, Dietrich había elaborado un borrador de pliego para licitar la hidrovía basado en un exhaustivo estudio encargado por la Cámara de Puertos Privados Comerciales (CPPC). Aunque no se lanzó la licitación pública nacional e internacional en ese momento, se dejó un data room preparado para el gobierno de Alberto Fernández.

Con el vencimiento de la concesión en manos de Hidrovía SA, el gobierno nacional, ahora bajo la dirección de Alexis Guerrera como ministro de Transporte, intentó una licitación corta que resultó fallida. Finalmente, se optó por adjudicar la concesión a la AGP, llevando a una estatización de la hidrovía.

Sin embargo, con el cambio de administración, resurge la posibilidad de la privatización, tomando impulso del borrador de pliego de 2019 perfeccionado por Dietrich y su equipo a lo largo de estos cuatro años. Luis Zubizarreta, presidente de la CPPC, destaca la necesidad de dar competitividad a las cadenas exportadoras, proponiendo licitar el dragado y balizamiento de la hidrovía a riesgo empresario, con un peaje ajustado para que sea la carga la que financie la obra sin requerir aportes estatales.

Este nuevo capítulo en la historia de la hidrovía busca agilizar los pliegos y los estudios ambientales necesarios para garantizar la viabilidad del proyecto. Aunque quedan por abordar temas como la mayor profundización de la vía navegable y la elección de la mejor traza, una certeza se vislumbra en el horizonte: la hidrovía pronto volverá a manos privadas, retomando la gestión que mantuvo durante los 26 años entre 1995 y 2021.

Brasil dio un paso clave para el comienzo de dragado de la hidrovía en la laguna Merín

El gobierno brasileño publicó el pasado lunes el llamado a licitación para las obras de dragado de la Laguna Merín, con el objetivo de encontrar aquellas empresas que puedan realizar el relevamiento hidrográfico, como así también las obras de señalización, por un monto total de 10 millones de dólares.

El Ministerio de Puertos y Aeropuertos y el Departamento Nacional de Infraestructura de Transporte de Brasil comunicó el llamado a contratación para empresas que quieran participar de las obras de la Laguna Merín, un proyecto que Uruguay y el país vecino vienen concretando desde comienzos de este año.

La licitación comprende el llamado de empresas que puedan llevar a cabo las obras de dragado, como así también de señalización de el Canal Sangradouro y el Canal de Acceso al Puerto de Santa Victoria de Palmar. Por otro lado, también se requerirá la realización de cartas náuticas del Canal San Gonzalo y de la Laguna Merín. El costo total de las obras ronda los 10 millones de dólares.

Con información de ámbito y el Cronista.

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