Naciones Unidas apuesta por un «Pacto Azul» para una economía oceánica sostenible y resiliente

“El océano es una fuente de oportunidades para sustentar los medios de subsistencia y el comercio y para mitigar el cambio climático”, indica la UNCTAD.

Desde hoy y hasta el viernes 8 se celebra en Ginebra, retransmitido en línea, el IV Foro sobre los Océanos organizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la Secretaría del Commonwealth, la Organización de Estados de África, el Caribe y el Pacífico, el Banco de Desarrollo de América Latina y el Instituto Oceánico Internacional.

La protección de nuestro océano y el fomento de sus beneficios económicos exigen un “pacto azul” global en materia de comercio, inversión e innovación para crear una economía oceánica sostenible y resiliente que beneficie a todos, apunta la UNCTAD. En este sentido, la secretaria general de la UNCTAD, Rebeca Grynspan, señala que “este es el momento perfecto para establecer un nuevo rumbo mediante la inversión en economías sostenibles basadas en los océanos”. «El valor económico, social y ambiental del océano puede ayudarnos a recuperarnos mejor de la pandemia y protegernos de futuras crisis», añade. «Pero tenemos que encontrar el equilibrio adecuado entre beneficiarnos del océano y la protección de sus recursos”.

Más de 300 participantes y expertos de unos 50 países y 60 organizaciones se centrarán en la pesca sostenible, la economía oceánica y la protección de los mares y los medios de subsistencia. Y como encuentro previo a la Conferencia sobre los Océanos de las Naciones Unidas que se celebra en Lisboa del 27 de junio al 1 de julio de 2022, el Foro sobre los Océanos debatirá cómo el comercio puede ayudar a los países a conservar y utilizar de forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible.

«El valor económico, social y ambiental del océano puede ayudarnos a recuperarnos mejor de la pandemia y protegernos de futuras crisis», añade. «Pero tenemos que encontrar el equilibrio adecuado entre beneficiarnos del océano y la protección de sus recursos”.

“El océano es una fuente de oportunidades para sustentar los medios de subsistencia y el comercio y para mitigar el cambio climático”, indica la UNCTAD y entre otras cifras apunta: apoya los medios de subsistencia de más de 3000 millones de personas, la mayoría de ellas en países en desarrollo; el valor de exportación de bienes y servicios basados en el océano se estima en 2500 millones de dólares; y más del 80 % del volumen del comercio de mercancías se transporta por vía marítima, lo que subraya la importancia de fortalecer las cadenas de suministro que se han visto interrumpidas por la pandemia de COVID-19 y la guerra en Ucrania.

Sin embargo, toda esta economía sustentada en el océano se ve amenazada si no se frena el deterioro de los océanos. Por ello, el Foro sobre los Océanos examinará cómo un «pacto azul» con el fin de crear una economía oceánica resiliente impulsará el comercio, los medios de subsistencia y la seguridad alimentaria, al tiempo que mejorará la salud de los océanos ante el aumento de la contaminación por plásticos y de las emisiones de carbono.El futuro del océano

Naciones Unidas estima que la economía basada en el océano se duplicará para 2030. Sin embargo, se necesita más inversión para impulsar nuevos sectores, entre ellos el cultivo de algas marinas para alimentos, cosméticos y biocombustibles, que podrían beneficiar a muchos países insulares y costeros. En este sentido, indica que de 2013 a 2018, solo el 1,6% del total de la asistencia oficial para el desarrollo, unos 2900 millones de dólares al año, se destinó a la economía oceánica. Solo 1500 millones de dólares al año se dedicaron a la creación de una economía oceánica sostenible.

Las oportunidades en el océano son amplias y así Naciones Unidas considera que el cultivo del 2 % del océano podría proporcionar suficiente proteína para alimentar a una población mundial de 12 000 millones. Los sustitutos del plástico como el aluminio, las fibras naturales, el papel y los materiales de biomasa de algas también son muy prometedores. “Hay que cerrar las brechas en la gobernanza de los océanos, incluidos los esfuerzos para regular los subsidios a la pesca, que, entre los países industrializados en la última década, llegaron de media a los 10 000 millones de dólares y podrían ascender a 35 000 millones de dólares en todo el mundo. De ello, 20 000 millones de dólares contribuyen directamente a la sobrepesca”, sentencia. Por ello considera que  más esfuerzos para finalizar e implementar un acuerdo global sobre los subsidios a la pesca cuando llevan 20 años de negociaciones. “Sin un acuerdo global, no se logrará el Objetivo de Desarrollo Sostenible 14 y su promesa de una economía oceánica resiliente y beneficiosa”, apunta.

Fuente: Industrias Pesqueras

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