Tras la contratación de manera directa y sin licitación a Jan De Nul para el mantenimiento de la Hidrovía, ahora con la llegada de Javier Milei a la presidencia de la Nación toma fuerza la propuesta de que el conjunto de entidades y cámaras empresariales que representan la exportación argentina elijan a la empresa encargada del dragado y del balizamiento.
Desde sus orígenes, en 1995, la privatización de la Vía Navegable Troncal del Paraná, por donde circula el 90% de las exportaciones argentinas se basó en una estrecha relación entre el Estado concedente y la empresa privada concesionaria.
Desde esa fecha, la concesión estuvo en manos de Hidrovía SA, conformada por la dragadora belga Jan De Nul y la firma nacional Emepa.
Finalizada la concesión, en 2021, y hasta el día de hoy, el Estado, a través de la Administración General de Puertos (AGP) contrató de manera directa y sin licitación a Jan De Nul para el mantenimiento de la vía navegable, mientras que Emepa, tomó a su cargo la señalización por una «licitación corta» que se renueva automáticamente.
En 2022 la Administración General del Puertos (AGP) resolvió dejar sin efecto la «licitación corta» N° 13/21, que tenía por objeto el dragado de mantenimiento de la Vía Navegable Troncal. AGP no convalidó la única oferta que había dejado en pie y que era la de Compañía Sud Americana de Dragados, subsidiaria argentina de la belga Jan de Nul.
En los considerandos de la medida, se señaló que «al quedar una sola propuesta en condiciones de ser precalificada para una segunda instancia de evaluación, se ha visto acotado el grado de participación real y efectiva pretendido por esta Sociedad del Estado, al frustrarse así la posibilidad de conocer mayor cantidad de ofertas económicas».
Lo cierto es que, durante estos casi 30 años, el vínculo entre el Estado y el concesionario dejó fuera a los privados, reales usuarios y destinatarios del sistema. Sin una mínima posibilidad de decidir, los privados vieron como gobierno y concesionario renegociaron y extendieron el contrato una y otra vez.
Con la llegada del gobierno de Javier Milei, tomó fuerza una propuesta que empodera a los privados, dándoles la posibilidad de que ellos elijan la empresa que realice esas tareas .
El proyecto consiste en reunir al conjunto de entidades y cámaras empresariales que representan la exportación argentina que utiliza la Vía Navegable Troncal (VNT) para que sean ellos los que elijan a la empresa encargada del dragado y del balizamiento.
Los privados también tendrán a su cargo negociar las condiciones de profundidad y técnicas más adecuada para el transporte de la mercadería y por supuesto la tarifa que surja de estas condiciones técnicas.
Una vez elegida, y con el precio del peaje cerrado, deberán elevar la candidata al gobierno quien luego llamará a licitación pública nacional e internacional en base a los parámetros negociados entre los privados.
Si en la licitación, alguna otra empresa mejora el valor del peaje, podrá alzarse con el contrato, en su defecto, será concesionario el elegido por los usuarios.
De esta forma, el Estado se reserva el control de las condiciones establecidas, técnicas y ambientales, para que el uso de la hidrovía sea sustentable y sostenible ambientalmente y al mismo tiempo se arranca de raíz cualquier negociación y se asegura el peaje más económico en beneficio de la competitividad argentina.
Con información de El Cronista