El pesquero “Natalia” de la firma José Moscuzza S.A., arribó al puerto el pasado domingo, con tripulación infectada que interactuó con estibadores. Consecuencia: toda la tripulación y 42 estibadores aislados en un Hotel de Mar del Plata.
El Sindicato Unidos de Portuarios Argentinos (SUPA) de Mar del Plata apunta la empresa dueña del buque y sostiene que ocultaron los contagios, en tanto que desde la firma dicen que nadie presentaba síntomas de Covid-19.
El potero «Natalia» arribo al puerto marplatense y como es costumbre, se procedió a la descarga de la mercadería, momento en el que coincidieron pescadores con estibadores. Hasta ese momento ni el Capitán, ni la empresa dieron algún aviso de síntomas a bordo (no se sabe si hubo comunicación entre ellos.)
Lo cierto es que en plena tarea de descarga del pesquero, se confirmaron casos positivos de COVID-19 en la tripulación, por lo que se debió aislar a la tripulación y a 42 estibadores.
“Los estibadores, socios de la cooperativa HIPOCCOP LTDA. en su gran mayoría y algunos trabajadores eventuales, fueron considerados contactos estrechos y debieron aislarse”, según informaron desde el SUPA (Sindicato que representa a los Estibadores Portuarios).
Carlos Mezzamico, titular del gremio, no dudo en responsabilizar a la empresa armadora por el contagio.
Es evidente que la responsabilidad o irresponsabilidad es de alguien o algunos personajes vinculados a la empresa.
La prefectura deberá arbitrar medidas para establecer ese grado de responsabilidad y actuar en consecuencia. Capitán, Armador, Capitán de Armamento, alguien o todos cometieron una irresponsabilidad, que puede tener consecuencias penales.
Hay preguntas que surgen solas, como por ejemplo ¿Quién se hace cargo de un ingreso a los trabajadores que no tienen culpa de lo que paso? Esos estibadores y marineros que, en plena zafra de calamar, no van a poder trabajar por estar aislados, ¿»lucro cesante» se lo llama?
Cómo los trabajadores no tienen ART
se supone que si.