La industria pesquera rechaza los cambios que proponen a la Ley de Pesca

Intercámaras de la Industria Pesquera Argentina considera que con los cambios propuestos, la actividad «se vería seriamente afectada en su esencia, modificándose derechos adquiridos»

La industria pesquera rechazó de plano los cambios para el sector que propone el proyecto de “ley ómnibus” presentado por el Poder Ejecutivo para su tratamiento en el Congreso. hizo saber sus observaciones y advertencias por las reformas (a las que calificaron de «Profundas» que impactarán en la industria pesquera, a partir de una iniciativa que no ha tenido su origen en consultas o interacciones con los eslabones de la cadena productiva.

“La industria pesquera se vería seriamente afectada en su esencia, modificándose derechos adquiridos, afectando hasta cuestiones de soberanía y en perjuicio del trabajo nacional”, indicó Intercamaras

Una reforma, en los términos del proyecto de ley elevado al Parlamento, pondría en riesgo el cuidado y la sustentabilidad de los recursos pesqueros y merece un tratamiento serio y sin apresuramientos. La pesca argentina ha venido advirtiendo sobre la crisis que la afecta y cambios de este calibre no harían más que profundizar esa situación”, advierten.

La industria considera que la licitación internacional de cuotas de pesca “deja de lado el historial pesquero, las inversiones realizadas y la mano de obra argentina empleada. Un esquema de licitación conspira con el sistema de Cuotas Individuales Transferibles de Captura que, si bien es perfectible, ha sido un modelo en la administración pesquera aportándole sustentabilidad a los recursos y seguridad jurídica al sector”.

Ante este contexto, instamos a los legisladores nacionales a que se realice una amplia y urgente convocatoria a cada eslabón de la cadena productiva de la industria pesquera, para que el sector transmita a los parlamentarios sus reservas y opiniones puntuales a cada modificación planteada”, finaliza el comunicado. 

Según indicaron sectores de la industria que de los cambios «Profundos» que se introducen al actual marco regulatoria de la actividad sobresalen:

  • “Para el otorgamiento de los permisos de pesca, la autoridad de aplicación solo podrá verificar los requisitos técnicos y de seguridad de los buques. Los permisos no podrán tener un tratamiento diferencial por el origen de los buques, su antigüedad o la mano de obra que empleen; ni por las características de las empresas titulares de los buques. Los permisos tendrán como mínimo una duración de VEINTE (20) años.”
  • «El Consejo Federal Pesquero podrá establecer una cuota de captura por especie. Las cuotas de captura serán asignadas por la autoridad de aplicación a través de un sistema de licitaciones internacionales, adjudicándolas a quien aporte el mayor arancel para la captura determinada.”
  • “Las cuotas de captura serán total o parcialmente transferibles sin autorización previa en tanto no afecten la estructura competitiva del mercado, aunque deberán ser informadas a la autoridad de aplicación. Las transferencias deberán respetar los topes determinado Consejo Federal Pesquero sobre la Captura Máxima Permisible por especie a efectos de evitar concentraciones monopólicas indeseadas».

Uno de los puntos que mas sorprende, y que habla de la improvisación en la materia, es el que establece que “Las cuotas se licitarán por un periodo de 10 años. Cada empresa o grupo empresario podrá ejecutar su cuota de captura mediante cualquier barco que tenga un permiso de pesca”, ¿Cómo se puede saber cual será el comportamiento de las pesquerías en los próximos 10 años?

Datos proporcionados por las cámaras empresarias aseguran que la Industria Pesquera Argentina, genera 46.000 puestos de trabajo directos en Argentina, tiene más de 140 plantas procesadoras y frigoríficos autorizados a exportar, más de 1000 buques pesqueros y reporta divisas al país por casi 2.000 millones de dólares al año.

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