Por Walter Castro – sino fuera por la seriedad con la que se debe tratar este tema, por un segundo pensaríamos que se trata de una gran joda por el día de los inocentes. Algún día deberíamos traccionar lo suficientemente creíbles para poder poner la «gente» en la agenda.
No se trata de cuidar solamente una de las aristas de la actividad, no solo hay que cuidar la «pesca», hay que cuidar el «recurso», hay que cuidar la «industria naval», hay que cuidar las «actividades portuarias», hay que cuidar la «cadena de valor», cuidando todas estas cosas en conjunto; estaremos cuidando la actividad, el comercio exterior, el control del conocimiento y fundamentalmente el desarrollo de la «GENTE» = PERSONAS».
De que carajos nos sirve proclamar consignas repetidas y caprichosas, cuando la realidad está ahí día a día, solo hay que mirar los muelles.
De que nos sirve que los tenedores de cuotas mayoritarios enarbolen el pabellón nacional, si después el «recurso» se va en bloques para procesar en el sudeste asiático, Ecuador, Haití o mayoritariamente a España.
Esos mismos armadores que en los 90′ trajeron sus chatarras de la U.E hoy la renovaron con construcciones en astilleros españoles y las ingresaron en nuestro país «SIN» ningún arancelamiento._
En un solo movimiento se cargaron los frigoríficos y vaciaron los astilleros nacionales, industria del pescado e industria naval.
Para temerle al hecho de que la pesca pueda quedar en manos extranjeras, primero preguntémonos y con total sinceridad respondámonos, cuánta cuota ostentan, cuántos buques tienen operando, cuanto se llevan de la torta permisible, cuántos fondos de inversión juegan hoy en la Patagonia y a qué capitales responden: IBERCONSA, NUEVA PESCANOVA, PESCAPUERTA, PEREIRA/LANZAL, ESTRELLA, SAN ISIDRO, HUANFEN, ARBUMASA, SANTA CRUZ, PROFAND, VIEIRA, CABO VIRGENES, WANCHESE, COOKE, CONARPESA…
Esta fórmula operó de los 90′ hasta hoy y los resultados están a la vista. Por qué no apostar a los armadores nacionales, que los hay y muy buenos. Por qué a través de la redacción de la nueva cuotificacion, no redactar un marco acorde a las necesidades locales.
O la realidad es que esto de lo que se hacen eco los medios, no, es más que otra nube de humo para que en realidad no veamos que están negociando un nuevo reparto de cuotas, pero está vez q 25 años, tal cual lo exigido por estos grupos transnacionales en la finalización del gobierno en 2018/2019.
*Será algo que les quedó en el gargero?
Walter Castro